EL AJEDREZ GIGANTE

Aún me queda el recuerdo de aquella lejana época en la que la vida estaba equilibrada por una inconclusa partida de ajedrez.

El valle abrazaba al ciclópeo tablero y a sus piezas marmóreas o azabaches. Las casitas de adobe lo fueron rodeando sin que sus pobladores supieran nunca si la maravilla fue erigida por Titanes o si se trataba de una partida interrumpida de los dioses. Únicamente alcanzamos a entender lo que nos dijo un desaliñado visitante que se decía diestro en su manejo. "Empate o tablas. Ningún contrincante gana al menos que el contrario ejecute un movimiento descabellado".

Las nobles torres, los orgullosos alfiles acompañaron una vida armoniosa donde los torrentes manaban, las cosechas eran fecundas y las conversaciones se iniciaban con saludos. No había temores infundados, ni peste, ni podredumbre. Gentiles artesanos acordaban tratos a las espaldas de reinas pétreas o de excelsos reyes con barbas musgosas. La vida siguió su curso natural, unas generaciones sucedieron a otras y la partida en tablas acabó en el escudo de la localidad como símbolo del mismo.

Una aciaga mañana descubrimos que un peón negro fue movido a otro escaque. Las autoridades culparon a los borrachos primero y a los jóvenes después pero no restituyeron la pieza a su posición originaria. "Mejor atendamos los quehaceres diarios ya habrá tiempo de regresarla a su lugar".

Nadie durmió aquella noche. Un temblor telúrico sacudió los jergones y las entrañas. Horas más tarde, malhumorados por la ausencia de sueño los habitantes descubrieron que faltaba una pieza del tablero y que los animales domésticos estaban recelosos y aulladores.

Se sucedieron las noches estrepitosas y los estragos. Con la oscuridad variaban las posiciones en el tablero y a ese mismo ritmo los cultivos languidecían por la dejadez de los campesinos o los artesanos engañaban en el trato y despreciaban su género. Los enamorados olvidaron sus labios. Fuimos carne de tiranos que quebrantaron nuestra dignidad. Hemos acabado hundidos por la desidia y la corrupción.

Guardo la memoria de la armonía perdida en aquellos tiempos. Me fue legada como parábola. Dicen que es la historia de mi pueblo y de mi valle. Desconozco quién movió aquella pieza que inició el caos o si fue un símbolo, una excusa que desato la maldad que llevábamos dentro.

Ahora soy un jugador de ajedrez expatriado. Compito en trofeos por todo el mundo mientras mi tierra se desangra. Si toca ganar me alegro y si pierdo me entristezco pero cuando hay tablas mis ojos brillan y mi mente no puede por un segundo apartar la idea de quedarse a vivir allí mismo, a la vera de ese tablero y de esas posiciones pactadas.

--

Foto: http://flickr.com/photos/heartspin/

--

Últimamente apenas tengo tiempo de atender mi blog y pasear por la blogosfera por exceso de trabajo. Espero estar más desocupado en un par de meses. El cuento de arriba fue escrito de una forma tan fraccionada y dispersa que sin duda ha dejado huella en la historia y el estilo. Siempre me ha parecido una finura exquisita los municipios que disponen en su plaza de un ajedrez gigante. En España tenemos muy pocos. De uno que conozco ubicado entre la Iglesia y el Ayuntamiento, como si de dos contendientes se tratara, arrancó el relato.

Comentarios

  1. "a la vera de ese tablero y de esas posiciones pactadas".
    A mi también me gustaría quedarme fuera del juego.
    Saludos cordiales, yo también voy con poco tiempo.

    ResponderEliminar
  2. Yo creo que el mundo y la vida misma es similar a un juego de ajedrez y ese, sí es realmente gigante. Me gusta el relato amigo, espero verte pronto más activo por estos lares. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo01:48

    Hola, Soy nuevo por aca, que bien relatado esta,espero poder leer mas de los posts que tenes por aca y por lo del tiempo creo que todos atravesamos por epocas donde ni siquiera sentarnos a escribir podemos

    ResponderEliminar
  4. Me gusto el relato tambien, y la foto me remite...aun fraccionado y disperso como dices, al escenario y me recree en el.

    Si pasas por el que conoces, tomale foto y la pones en tu blog, me encantara conocerlo.
    Creo que atrapaste algo de la magia de estos tableros gigantes, que por este lado del mundo cuesta verlos.
    Yo solo vi uno en un hotel en Costa Rica, asi que no tiene el misticismo de un pueblo como el que describes.

    Un abrazo y aqui te esperamos.

    besos y abrazos.

    ResponderEliminar
  5. Gracias Marlu. El mundo vive de un equilibrio de un pacto. Busqué el paralelismo con el ajedrez.

    CHC, hola gracias. Espero estar más activo en unas semanas pero de momento ni modo.

    Alex-ito, gracias hazte un blog y verás como te podemos visitar.

    Cromatica, gracias. Estaba en un pueblo de Cantabría pero no recuerdo con exactitud el nombre. Yo nací cerca de Linares ciudad célebre por su torneo de ajedrez pero no recuerdo que existiera allí ninguno.

    Saludos y gracias.

    ResponderEliminar
  6. Me encanto el misterio y la invitacion a la imaginacion inmersa en tu relato. Gracias a ti, me entero que en el mundo existen plazas con juegos de ajedrez gigantes. Me parece una idea maravillosa. Saludos y ojala encuentres tiempo de disfrute y descanso entre tanto trabajo. Yo ando igual. Te dejo un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Cuando vengas a Amsterdam te llevo a la que está cercana a mi casa.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  8. Aqui en el barrio donde vivo hay mucha gente originaria de Rusia, y el ejdrez es parte de su comida...A veces me gusta pensar que la guerra podria ser sustituida por una buena partida, pero mientras tanto segumos leyendo a Neville, Perez Reverte y espero que proximamente a vos.

    Buena onda compai...

    ResponderEliminar
  9. Tal vez si el jugador expatriado sigue jugado encuentre esa pieza perdida del gran tablero! Nunca es tarde para continuar la partida que dejamos pospuesta.

    Qué extraño y bello debe ser ver ese tablero gigante en un espacio público! Acá no hay ninguno... Me imagino parándome al frente mirar el tablero y después hacia arriba, esperando que baje esa mano enorme de entre una tupidas nubes... a mover la siguiente pieza.

    Muchos saludos Goathemala y ánimo con ese trabajo! Por acá, ando también a full.

    ResponderEliminar
  10. Anónimo21:59

    Precioso, francamente. A ver si logro embullar a alguien en Guate para que haga su ajedrez. Quizá al alcalde de la Ciudad de Guatemala.

    Date una vueltecita por nuestos blogs para que veás como andamos.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Hermoso, lleno de sensibilidad, comparto cada letra.

    Un abrazo

    MentesSueltas

    ResponderEliminar
  12. A veces escribir de una forma fraccionada y dispersa nos procura hallazgos sorprendentes e inesperados.
    Tómate ese tiempo que reclama tu trabajo, y no te preocupes por la blogosfera: seguirá aquí esperándote...

    ResponderEliminar
  13. Pues fíjate que yo veo que tu historia, la forma que has tenido en relatarla... Tiene duende.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  14. Muy bonito el relato, explica muy bien un mar de sensaciones y sentimientos.

    Un abrazo amigo.

    ResponderEliminar
  15. El ajedrez es el juego de los estrategas brillantes...es un descanso al corazon...excelente post..saludos, amigo arbol

    ResponderEliminar
  16. Un gran abrazo, maestro. Ojalá y tengás más tiempo para entrarle a las letras, que vaya si sos bueno para el oficio...

    ResponderEliminar
  17. Excelente el relato, la verdad a mi me pasa a veces interrumpir un cuento y ver luego en su escritura la variación del tiempo, pero a fuerza de ser sinceros, quien los lee no suele notarlo y tampoco yo note esa variación en el tuyo.
    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  18. me gustó y como siempre de alguna forma alguien desató el caos (aunque parezca increíble, hoy escribí sobre eso).

    un abrazo!!

    ResponderEliminar
  19. Qué bonita metáfora, Goathemala. Bonita en cuanto a forma, pero en cuanto a fondo... triste y actual.
    ¿Dime en qué pueblos de las Españas hay un ajerdrez gigante? Me han entrado unas ganas enormes de saberlo.

    Tened buen día.

    ResponderEliminar
  20. a mi me ha encanto
    de principio a fin,
    tanto que hoy le dire a mi hijo pequeño que juguemos una partida de ajedrez antes de dormir

    se que a veces no nos queda el tiempo y eso hace que no escribamos como querramos, pero tu relato, es bueno, muy bueno!

    se que no andas con mucho tiempo, pero cuando puedas pasa por mi rincon, escribi algo, en relacion a las palabras que contaste que para navidad colocaban colgadas, de ahi me nacio la idea de mi reciente post METAMORFOSIS

    un abrazo

    ResponderEliminar
  21. Buen relato. Me acordé de la infancia entre el ajedréz.
    No dejes de escribir, aunque no tengas el tiempo suficiente para visitarnos, tú sigue escribiendo, que yo te seguiré leyendo.

    Beso

    ResponderEliminar
  22. La historia te ha quedado preñada de simbolismo, donde fuerzas oscuras combaten y luchan y sólo se trastoca el mundo cuando una de ellas es más fuerte que la otra. Me ha parecido muy sugerente. Espero que pasen pronto esos dos meses de trabajo intenso y vuelvas a estar por aquí con regularidad. No recuerdo ahora si te dije que el árbol que representas en la historia de la reina Dido es un granado. Besos y hasta pronto.

    ResponderEliminar
  23. Hermosa historia y armoniosamente escrita.
    Saludos!!!

    ResponderEliminar
  24. Excelente Post...

    La vida misma parece un movimiento (eterno)
    de piezas de Ajedréz....

    Peón, Caballo, Alfil, Torre, Dama y ..... Rey

    ResponderEliminar
  25. Me ha encantado el relato... y, por cierto, nunca he visto un ajedrez gigante...

    Y bien cierto es eso de que nunca te acostarás... ahora sé lo que es un escaque, je, je...

    Un saludo, tú trabaja, que ya vendrán tiempos de más pausa... te leemos igualmente...

    ResponderEliminar
  26. que texto tan bello y qué bellos recuerdos, me tomas de la mano y me paseas por tu mundo de arboles a ajedreces de gran tamano. me gustó el paseo sabes que siempre vuelvo

    ResponderEliminar
  27. siempre se ha dicho que la vida,el mundo es una gran partida de ajedrez de dios..o eso de que dios juega a los dados con el universo...y que no solo juega sino que,a veces,los arroja donde no podemos verlos...
    muy buen relato...que siga el camino de este gran blog...
    un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  28. Pues te ha salido un relato precioso.
    Quizá los dioses se hartaron de jugar y lo olvidaron y un falso dios siguió moviendo las fichas a su maliciosa manera...

    Dos abrazos

    ResponderEliminar
  29. Que relato tan hermoso y lleno de magia y aunque vengas poco por estar trabajando, seguiré viniendo a leer lo poco o mucho que nos dejes
    Gab

    ResponderEliminar
  30. Anónimo19:46

    Muy buen articulo, estoy casi 100% de acuerdo contigo :)

    ResponderEliminar
  31. Anónimo01:40

    Felicitaciones, muy interesante el articulo, espero que sigas actualizandolo!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares