Las tumbas secretas de Kåfjord
El sol de costado proyecta sombras de abedules en la Iglesia de Kåfjord. En las afueras del cementerio que la acorrala existen dos tumbas ocultas.
En 1852 en Kautokeino una revuelta sami acabó con la vida del tendero de licores y del Sheriff. Los vendedores y el sacerdote, al que creían en connivencia, fueron azotados. Se trataba de la primera revuelta violenta de esa comunidad. Estaban fuertemente influidos por las prédicas de Lars Levi Laestadius, un carismático líder que adaptaba la mitología tradicional sami al cristianismo y estaba muy opuesto al alcohol que hacía auténticos estragos y se usaba como medio de control social.
El ejército noruego contuvo la revuelta. Las mujeres y los hombres fueron separados a prisiones muy distantes. Los dos líderes principales, Aslak Hætta y Mons Somby, fueron decapitados en la ciudad de Alta, sus cuerpos serían enterrados a las afueras del cementerio por creer que no merecían la bendición cristiana. Las cabezas acabaron en la colección del Instituto Forense de Oslo.
Tras peticiones de las familias y del parlamento sami pudieron recuperar finalmente los cráneos en 1997 y ser sepultados junto a sus cuerpos.
Cuando aparecen, la sombra de los árboles, las mece el viento y acarician un instante la madera blanca de la Iglesia. Las lápidas, en lugar de flores cortadas o de plástico, tienen una pequeña planta de brezo o violetas o las hojas que abandona el otoño.
Fuera de su contorno no apreciamos las tumbas de Hætta y Somby. Tal vez mejor no insistir, que sigan veladas, continuar nuestro camino, que todo lo quede aquí sea su aciaga historia.
Esas tierras de norte tan extremo tienen siempre algo de mitológico, quizá porque las imaginamos inmersas entre la niebla de las referencias a los duros tiempos del pasado, a medio camino entre el barbarismo arquetípico de los temidos invasores del norte, y unos usos culturales tan diferentes a los nuestros, aún después de esa primera globalización que vino de la mano del cristianismo... Aquellas tierras son una de mis asignaturas pendientes.
ResponderEliminarPues me acordé de ti bastantes veces, lo que son las cosas. Gracias amigo.
ResponderEliminarmalditos samis,
ResponderEliminarUn saludo
Jajajaja y eso?
EliminarRetazos de un otoño lejano...o quizás no tanto...son curiosos los periplos de los cráneos de los distintos museos de antropología del mundo...casi tanto como las historias que nos trae de lápidas escondidas en remotos lugares...
ResponderEliminarAlguien que quiero mucho me dijo una vez que el otoó era un estado de ánimo :)
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