UN RASTRO EN LA PAJA




I
Llega el rumor. Asciende las suaves colinas de Cafarnaum y flota sobre las mansas aguas del lago para afirmar que ha nacido un Dios con forma de bebé y que lo hizo al sur, a siete jornadas y en un establo. Algunos aseguran que un ángel se lo comunicó. Él chico solitario no les cree.
Esa noche no duerme, besa a madre sin despertarla, le cuchichea algo, y abandona la casa.
Su nombre no viene al caso. Satisfagamos la curiosidad añadiendo que es tartamudo, tiene catorce años y quince cabras heredadas.

II
Hemos dicho que su nombre no viene al caso, tal vez sí su mote que nos muestra su habilidad, le llaman Guijarro pues llama a su rebaño chascando dos piedras de río: el grito que le falta a su garganta, de él se sirve y sus animales lo entienden.
No está solo, son muchos más los que van a Belén de Judá. Él prefiere no integrarse. Por timidez e inseguridad permanece al margen de las canciones de alabanza, de las hogueras con las que se templan y que llenan los cerros de puntitos naranja. Todos le llevan presentes, él no tiene nada.


III
Camina de noche compartiendo pasos con una estrella. No sabe quién sigue a quién. A veces, según sea la brisa, el sereno trae olor a tomillo y espliego y hace olorosa la penumbra.
La vida se hace sencilla y por lo tanto hermosa; se resume en el camino, la estrella, la esperanza. Todo lo que queda al margen le parece menudo y accesorio.
Hace ramilletes de aromáticas. Ese será su regalo.

IV
Un amanecer al asearse en un aljibe ve a una joven recogiendo agua. La observa sin ser descubierto. Al  inclinarse un mechón se escapa y es llevado al redil por la mano izquierda. Vuelve a liberarse y de nuevo la mano le reconduce a la cabellera. Su corazón se acelera, siente una inmensa alegría que se transformará en tristeza al irse. Querría estar viendo ese juego del mechón y la mano hasta la conclusión de los tiempos, querría verla siempre, que esa joven fuera la cara del amanecer y de la noche, la llama que prende, el pan del día, el aliento, el consuelo.

V
Un extraño sueño. ¿Y si esta historia, su vida misma y su camino, fuera conocidos muchos años más tarde? Ajenos ojos que le mirasen desde la profundidad de los siglos, en un mundo distinto sin considerarlo ridículo, sin importar que las palabras no le fluyan. No sería compasión, sería entendimiento. Piensa si, en esa mirada de los observadores, del tiempo estará la huella de este Dios al que visita.

VI
Todo esto aconteció en un tiempo en el que la Palabra no estaba dicha y no estaba interpretada. No existía la cruz, nadie se persignaría en el pesebre y nada debía ser redimido. Siempre habrá un misterio en todo lo que se va y un milagro en todo lo que nace y allí se extinguía el tiempo viejo de los profetas y el Dios vengativo. Y nacía una esperanza.
Con la perspectiva las historias ganan aristas y se llenan de filos cortantes, ahora no es el caso, sólo estaba la quietud del momento, la idea de un Dios que quiso hacerse un igual y siendo niño lloró buscando a su madre y al revolverse dejó un rastro en la paja.

VII
Paz. Resplandece el crepúsculo como si no hubiera otro. El establo se afianza con adobe y tablas sobre una cañada y por dentro unas teas lo iluminan. La gente sencilla, los pastores y los canteros, los arrieros y los campesinos descienden cantando en señal de gracias. Guijarro tiene miedo de imitarles y que las palabras se atranquen. Por eso, sin sacarlas del zurrón, golpea sus piedras, con suavidad, acompañando, como cantando. Deja las aromáticas en la entrada y muy emocionado mira en todas direcciones, incluso hacia su interior.

Comentarios

  1. Paz es lo que transmite tu maravilloso relato amigo, Pedro.

    Un beso y felices fiestas

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  2. Impresionante fotografía, impresionante relato, increíble adjetivación.
    Tartamudo, yo lo era de pequeño, y sin palabras heredadas, pero con frases ganadas, gritos buscados, y una merecida y desafinada Paz.

    Un abrazo, Pedro!

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  3. Es curioso, cuando las palabras no estaban inventadas éramos más felices y nos podíamos sentar a contemplar el horizonte, como en tu imagen.

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  4. Casi me da vergüenza aparecer después de tanto tiempo... pero más me daría no venir a Felicitarte la Navidad... Todo lo mejor querido Goathe, Un beso enorme :)

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  5. Maravillosa fotografía, magnífico y cuidado relato. Leo entradas anteriores, me paseo por esos lugares y me detengo, sin prisa. Poco a poco recorreré estos caminos, descansaré mi mirada en unos más que en otros, prometo mirar con curiosidad y con el deleite que proporciona lo observado por primera vez. Me gusta tu espacio.
    Deseos de paz, también.

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  6. Estimado amigo,

    no se cuál es el motivo, pero creí dejarte un comentario hace uno o dos días y por lo que sea no ha aparecido, así que vuelvo a ello.

    Te decía que me gustaba mucho eso de:

    "sin sacarlas del zurrón, golpea sus piedras, con suavidad, acompañando, como cantando."
    Me parecía un hallazgo, una imagen llena de sonidos delicados y reconocibles.

    El tema es arriesgado, pues en él es fácil caer en el lugar común, pero creo que lo haces con mano firme y cabeza serena. Lo que buscas va más allá de lo que simulas contar.

    Salud (espero que esta vez si salga publicado el comentario)

    P.D. No es el primer caso que me da problemas desde WordPress, así que lo intento con la vieja de Google.

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  7. El texto deja el regusto dulce en la lengua y encogimiento en el corazón...muy apropiado para la fecha, y maravilloso, logra conmover, transportar...estaba necesitado de su texto, este mismo, sin ni una coma más...preciso, precioso...
    Un abrazo

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  8. VILLANCICO QUE LLAMAN DEL PASTOR MÁS POBRE

    -Yo le traigo queso.
    -Yo rubio panal.
    -Yo aceite.
    -Yo vino…
    -Yo mi recental.

    El pastor más pobre
    se puso a cantar…
    ¡La mano del Niño
    llevaba el compás!

    Federico Muelas

    ¡Feliz Navidad, amigos!

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  9. querido paisano...yo ya no se que creer...me encantaba esta época: de amor, de familia, de humor, de reencuentro...ahora ya no me llena...solo de tristeza...bellas palabras y la imagen genial como siempre...un abrazo...me marcho a tucci

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  10. Dan ganas de perderse entre la niebla y huir a otras tierras.
    Felicidades
    Un abrazo
    Piedra

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  11. Hola amigo, de la orilla paso a leer tus lineas, perfecta imagen que creas con esmero,besos y abrazos en esta navidad para ti y tus seres queridos. La mejor para este nuevo año.

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  12. No pienses que te he olvidado, solo que mi vida está un poco complicadilla. Feliz Año Nuevo (y esperemos que sea nuevo, porque algunos nacen ya viejos)

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  13. .....fotografia magnifica
    Saludos

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