LA LEYENDA DEL HALCÓN FANTASMA
Los excrementos de las palomas dañaban una de las cúpulas del palacio y los encargados de su custodia recurrieron a la más sofisticada tecnología para ahuyentar a las aves. Un costoso artilugio ultrasónico, que simularía el zumbido del vuelo del halcón, fue erigido en lo alto. El evento estuvo acompañado de altas autoridades; fanfarrias, copa de vino español y alabanzas a la inaudita capacidad de la ciencia. Huelga añadir que al acto no asistió ninguna paloma porque los ultrasonidos de planeo halconeros las mantuvieron a distancia.
Por aquellas fechas comenzó a circular entre las pájaros de mi ciudad la leyenda de que un halcón fantasma surcaba los cielos del palacio. Un depredador invisible que no cesaba de atemorizarlos. Pero como cada día se veían los mismos picos sin que ninguno fuera presa de sus garras, ni siquiera atacado, convinieron que sería una inocente alma de halcón en pena.
Desde entonces a los pichones como prueba de valentía y entrada al mundo adulto se les exigió pasar la noche en los alerones del tejado, lo más cerca posible de un singular aparato donde se percibe con precisión el lamento espeluznante del planeo fantasmal.
Pasaron los años y ahora la zona está siendo reparada. Me cuenta un operario que el simulador, la maravilla de la técnica, esta oculto por una gruesa costra de palomina.
Lamentablemente, en esta ocasión, las autoridades no se reunieron para glorificar la asombrosa adaptación de las aves.
--
Foto: El palacio en obras, tal y como está ahora.
Y esa debe de ser la realidad que acompaña a la tenacidad de las palomas… (lástima que mi situación personal de “sufrir” por ellas me aleje de ver la moralina y la belleza de esta historia…)
ResponderEliminarqué bello historia.
ResponderEliminarcon moraleja y todo.
que sirva también para aquellos que inventan apariencias para alejar realidades.
cariños a esta tierra de árboles a la que acerco mis raíces.
b.
Nada en contra de las palomas, pero me pasa lo mismo que a Mia. Las tengo prácticamente viviendo conmigo cerca del Palacio, precisamente. Me avisaron de los problemas potenciales que traen cuando comenzaron a anidar en mi terraza, algo que yo encontraba tierno y encantador. Ya no lo hacen, les quité esa posibilidad, pero deben tener buena memoria pues siguen teniendo ahí sus encuentros amorosos y lo dejan todo palominadisimo. Todo intento de alejarlas hacia la Casa de Campo han fracasado.
ResponderEliminarUna maravilla, como siempre cuando paso por aquí... Un abrazo desde Caracas...
ResponderEliminarMia, ¿alergias? En realidad la historia mínima es una burla a los remedios que la ciencia promete traernos en todos los campos y una loa a lo natural no específicamente a las palomas. Lo irrisorio es que se recurrió al simulador (que existe de verdad) y no a la repoblación con rapaces, cuyo número ha disminuido de modo drástico, por las riberas del Tajo. Gracias y saludos.
ResponderEliminarVestir la sombra, gracias. En su distanciamiento de lo natural llegará un momento en que el ser humano creerá que los autos que consumen poco son ecológicos como dice la publicidad por aquí. Saludos.
Maria, por el Palacio Real y en toda Madrid hay muchísimas palomas. Me gustaría saber el número de rapaces que quedan en la Casa de Campo y por el Pardo. Unos animales toleran mejor que otros la presión humana. Gracias y un saludo.
Jogreg, un abrazo, que alegría, mucho tiempo sin verte por aquí, gracias.
Ya extrañaba leerte... ;) Un abrazo, estimado amigo!!!
ResponderEliminarExcelente manera de enfocar que la naturaleza sigue resistiendose a darse por vencida ante la tecnología.
ResponderEliminarSaludos manito.
Ja, ja, qué simpática historia... y está claro que la Madre Naturaleza es muuuuy sabia!
ResponderEliminarSi bonitas so las palomas, más daño hacen, se cargan todo el patrimonio, y se adaptan a cualquier cosa...en lo de las rapaces llevas mucha razón...
ResponderEliminarSaludos mi perdido amigo...
La frialdad de la ciencia con sus invenciones extraordinarias a los ojos nuestros son capaces de hacer fiesta, cortejos, adulaciones y personas sumamente egolátras.
ResponderEliminarPero, los pájaros, su instinto animal y de sobrevivencia dejan un claro ejemplo, si al final ellos inspiraron a los hermanos Wright a inventar el avión.
Por cierto me contaban que en China existió un genocidio por así decirlo de unas aves que se comían el arroz en las siembras, so problema para los chinos. Sabés algo de eso?
¿Has leído El Anillo Verde?, es una fábula sobre la vida moderna muy amena de leer y deja un buen sabor de boca. (Es bastante diferente al resto de la obra del autor -Vázquez-Figueroa-). El tono y el tema de este relato palomino :) me lo recordó.
ResponderEliminarUn arbolabrazote Goathe
¡Pero qué listos son mis queridos amigos alados! Supongo que la necesidad hace valientes a los seres vivientes.
ResponderEliminarBonita historia, como siempre.
Un abrazo majete.
En Aguadulce (Almería) soltaron un pequeño Halcón, se convirtió en El Señor del lugar, pero el medio le acompaña...
ResponderEliminarTienes toda la razón del mundo habría sido tan fácil con un hermoso Halcón de verdad... pero el no habría aceptado quedarse quedarse en ese medio por más que se le ofreciera la presa fácil... aún así el hombre en su necesidad de superar a la naturaleza aún cuando solo sea burdamente imitándola, será siempre torpe...
(es que me irritan las palomas que siempre me gustaron... ja ja ja ja ja )
Desde luego, no conviene menospreciar la inteligencia de los animales. Ni su capacidad de aprender de la experiencia. Me ha encantado este historia. Besos, querido amigo.
ResponderEliminarTanto tiempo que ha pasado, extrañaba tus historias... me encantó ésta, me resultó simpática, de alguna manera lo prohibido llama.
ResponderEliminarUn abrazo!
Ello es prueba de que incluso las palomas experimentan fases de aprendizaje, aunque estás puedan conducirles a un error fatal: ¿qué les pasará ahora a las palaomas de aquella comunidad si se les aproxima un halcón de verdad y ellas, confiadas por la expriencia de aquél fantasma, ni huyen ni se ocultan?. Tendrá que aprender de nuevo a temer a ese sonido...
ResponderEliminarSalud
Bellisima "Leyenda Urbana" pajaril...
ResponderEliminarAsi nacen las leyendas...
Un abrazo, amigo
En Coruña hicieron algo parecido para ahuyentar a miles de estorninos que solían venir aquí a invernar en los jardines del centro de la ciudad, pero sin resultado positivo alguno.
ResponderEliminarLas aves tienen (como otras especies) gran capacidad de adaptación. Un ejemplo son también las gaviotas que han invadido las ciudades, tanto de la costa como del interior, incluidos los campos del medio rural, dejando de alimentarse del pescado y moluscos de playas y costas para comer en los basureros, granos en los cultivos, y, si uno se descuida, hasta la merienda de los niños que juegan en las plazas públicas.
Nosotros invadimos sus habitas y ellas invaden los nuestros.
Un abrazo.
Los pájaros como las personas terminamos acostumbrándonos a los fantasmas, corretean libremente por nuestras mentes, por algunas mentes. Por la tuya sólo historias hermosas.
ResponderEliminarUn cordíal saludo.
Sinceramente me producen mucho asco ver muchas palomas. Su olor, sus piojillos, y sus excrementos, es algo que brrr. detesto.
ResponderEliminarSufrí en carne propia a las palomas en una casa donde vivía y desde allí les tengo manía. BESOS!
ResponderEliminarTu escrito es excelente, como siempre...
Después del comentario de vestir la sombra poco mas se puede agregar:
ResponderEliminar"para aquellos que inventan apariencias para alejar realidades"
Muy buena la historia.
Un saludo
Ejemplo de adaptación y superación de barreras.
ResponderEliminarMucha de la consuetudinariedad trasciende el tiempo y se graba en aspectos Geneticos que son alertados en momentos de sobreviviencia.
ResponderEliminarComo diria Tacuba...
La ciudad de los palacios,
su rostro asoma,
catedral desaparece,
entre smog y caca de paloma.
Saludos manix.
Me pregunto si llegará el día en que nos creamos las "mentiras sustitutivas" y nos conformemos con escuchar a los pájaros desde un cd...
ResponderEliminarComo siempre, maravilloso, Goathemala :)
Te dejo besotes y mi deseo de que tengas un fabuloso fin de semana
Y yo que creo que la raza humana es la más inadaptada al medio... para que luego digan. Un abrazo!
ResponderEliminarHace muchos años hubo por estas tierras un sabio amante de la naturaleza, al que llamaron para que solucionara el problema creado por una devastadora plaga de langostas que amenazaba acabar con unos pinares de la zona. El hombre confiaba en que la propia naturaleza ofrecía las soluciones más sencillas y eficaces, y como a él los árboles sí le dejaban ver el bosque acabó acabó con la plaga reclutando un pequeño pequeño ejército de 100 pavos que dieron cumplida cuenta de las invasoras.
ResponderEliminar(P.D. Es una historia real)
Un saludo
despues de 10 meses, solo paso a saludar... volvere
ResponderEliminarun abrazo
Estuve tanto tiempo oculto del miedo... según parece ahora es mejor azuzarlo y convivir con el fantasma junto a mis vuelos matutinos.
ResponderEliminarUn saludo.
Al leer esto, recordé un trabajo en donde las palomas eran odiadas. (yo no).
ResponderEliminarEspero que sigas bien, lleno de trabajo pero bien.
Besos amigo.
Palacios, halcones, almas en pena... ingredientes sin igual para una bonita historia como la que nos cuentas.
ResponderEliminarTotal, que al final se impone Darwin con lo de la adaptación al medio..je.. Y es que las palomas son listas hasta para eso, y una verdadera plaga.
ResponderEliminarUn besote, Goathemala.
Y es que los humanos somos la inteligencia superior... ¿!!!? XD
ResponderEliminarSaludos!!!
Como decimos los chapines, les salió el tiro por la culata.
ResponderEliminarSaludos
Pude rescatar la foto de un arbol muy parecido a tu cara vitual!!! Y esta semana puedes ver al nuevo miembro de la familia vegetal, que como veras, es muy querido por todos. Y algo mas de arboles....
ResponderEliminarEn cuanto tenga algo de tiempo (bien escaso, ultimamente) te envio el sosias entrerriano palaciego de tu cara virtual.
La verdad siempre nos pones a pensar y reflexionar.
ResponderEliminarDebemos entender que el mundo no es de nosotros, que somos nosotros los que debemos acoplarnos a el. La humanidad es parte de la naturaleza, no dueña de ella.
Gracias amigo por esta riqueza de pensamiento que dejas.
besos
Gracias, Goathemala por la molestia de leer la página de la revista Mía. Pero no es una entrevista a Gelman, qué más quisiera yo... Lo de que la poesía siempre ocurre a destiempo es mío.
ResponderEliminarQué bonico eres y gracias por incluir el poema de Gelman: un detalle.
Y ¿este halcón fantasma no vendrá nunca por Madrid?
"Quién inventó la ley, inventó la trampa"...
ResponderEliminarO algo así se dice.
Las palomas, los animales, siempre serán más espabilados que los artefactos:) al menos ese es mi deseo.
"La naturaleza es sabía y engaña a los más insignes doctores".
Dos abrazos como un palacio de grande
Que bueno!! cuanto más adaptable eres...mas superviviente!!!
ResponderEliminar