El volcán que me aguarda
Estos días he tenido el tiempo justo de volar a Ciudad del Cabo y tras pagar demasiado dinero a un pesquero gallego que por allí rondaba y navegar nueve días por un mar picado y grisáceo, arribar a Edimburgo de los siete mares, único pueblo de uno de los lugares habitados más recónditos, la isla Tristán da Cunha. Fue preciso mostrar al guardia que pese a no llegar en un crucero de pedigrí sino en un barco que hedía a besugo que contaba con el permiso del Administrador para arrastrar mis pies por la isla y que, por más, no era un peligroso delincuente, mas bien podrían encasillarme como excéntrico turista. Explicado lo cual me dediqué, sin quererlo, a la refinada delincuencia de esparcir mi vulgar resfriado entre sus doscientos habitantes tan poco habituados a la empecinada gripe castellana que ya a la misma noche, en el salón social, todo era un coro de carraspeos, sorbidas y miradas delatoras.
A la mañana, tras mascar niebla unas horas, pude ver envolviéndonos el farallón pétreo que como tarjeta de presentación casi amenazadora muestra el volcán Queen Mary. Un reverendo pelirrojo me prestó una bici con la que pude visitar los extensos campos de patatas donde varias veces me ofrecieron trabajo al ver que distinguía una papa de una piedra. El resto del día se me fue visitando sus dos iglesias, el museo de tradiciones y cenando langosta.
Dediqué todo el día siguiente al empeño de ascender los dos mil metros del mencionado volcán. En su cima pude cumplir la finalidad de mi viaje: gritar PAZ para el mundo y avistar icebergs antárticos. Ninguna fue correspondida.
He tenido estos días el tiempo justo de volar a Ciudad del Cabo y arribar a la isla más aislada. No lo hice. De modo que esta partida de naipes la gana mi imaginación a mi realidad de persona que inaugura el año rumiando fríos.
Valga, cuando menos, mi maniobra para entender que un volcán solitario de una isla oculta aguarda mi ascenso, la súplica de mi corazón y el avistamiento de una mole blanca y azul que la mar mece.
A mí también me aguardan islas y volcanes.
ResponderEliminar(Nada me hace sentir más que eso...un bello volcán. Recuerdo y me estremezco).
Aunque hubiera sido lindo que lo hicieras a mí me gustó mucho la partida que ganó tu imaginación.
Creo que me engañas...sí que birlaste la bici al cura (borrachín) y pelirrojo.
Ya ves...mi imaginación tambien quiere jugar!
:)
Besos, Goath!
A esa isla del volcán me tendría yo que ir... mañana me tiro a la misma boca de uno... al del cole...
ResponderEliminarSaludos.
Pd: algún dia me vasa tener que fabricar un codigo html... para mi blog... el de ahora es impresentable... me gustó mucho tu diseño
Ahora que recuerdo, escuché tu grito de paz al mundo desde nuestro Volcan de Agua, (mi volcán favorito porque todos los días lo veo vestirse de diferentes trajes de nube para mi) pero no te reconocí.
ResponderEliminarTambién tengo algo de imaginación. Saludos.
Volcanes como el tuyo los sobrevuelan bandadas de palomas que lugo mando hasta Gaza pero... son abatidas por el fuego de los Sionistas antes de llegar.
ResponderEliminarAbrazo.
Lena, la verdad es que se la birlé al señor. No es un intento de ejercicio literario, de verdad que desde que descubrí la existencia de este remoto archipiélago pienso en él. Bueno, soy de los que miro un mapa y me embobo. Gracias y saludos.
ResponderEliminarManuel de la Rosa -tuccitano-, ese si que es un volcán de lava ardiente. Suerte. No creas que sé mucho HTML, por ejemplo al cambiar la plantilla perdí todos los enlaces de los blogs amigos. Ufff, espero recuperarlos. Lo que pasa es que no hay charco en el que no me meta. Saludos y gracias.
EDS, el Volcán de Agua. Cuando lo vi la primera vez me quedé sobrecogido. Nunca vi perfección semejante. Es mi preferido entre volcanes y montañas. En varios de los escritos que tengo en el blog salió a la luz. ¡Claro que tienes imaginación, hombre, si te leo desde hace tiempo y además la tienes brillante! Saludos y gracias.
Víctor González, yo defiendo el derecho de existencia en paz del Estado de Israel pero no tiene nombre lo que hacen desde hace décadas con Palestina. Por no hablar del crimen contra Gaza de estos días.
ResponderEliminarPor cierto, estoy suscrito al Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados, B'tselem.
Te recomiendo (embrión de lógica en todo este marasmo) su web:
http://www.btselem.org/English/
Saludos y gracias.
Vaya, al final también me voy a quedar pensando en ese archipiélago. Qué maravilla de lugar y en medio del gigante azul. Nada como la imaginación para recorrer el mundo y la historia.
ResponderEliminarSaludos
Yo estaba contando con las manos a ver si de verdad te había dado tiempo de ir y volver :S... Crecer bajo un volcán es hermoso , pero de pequeña llegue a tener pesadillas :P
ResponderEliminarGoathemala,
ResponderEliminarMe tienes desde ayer estudiando geografía lejana, casi boreal, por los avistamientos de icebergs. Supongo que con prismáticos algún surtidor de ballena ilusionada, a modo de descorche de botella de cava para acompañar el festín de crill, verás.
Me ha encantado tu relato; es tan bellamente creativo que me quedé mascando sonrisas. Hay palabras que cosquillean dentro del escrito.
Cómo me gustaría escribir así, pero para eso hay que hacer kilómetros en bici o coser millones de guirnaldas de palabras o......
Seguiré estudiando geografía por si algún día me decido a emprender algún lejano viaje.
Un placer,un placer,sí
Inuits
Islas y volcanes ya me suena a conocido en mi caso je je
ResponderEliminarQue alegria que la pasaste viajando y coincidentemente yo tambien :D
la pasamos bomba no?
bueno te deseo un feliz 2009!!
y te pongo el enlace ahora mismo que se me paso por esto del trabajo.
un beso enorme!!
Bueno... la verdad es que espero que algún día puedas de verdad volar a Ciudad del Cabo y cumplir tus ilusiones y deseos, seguro que lo consigues Woat.... cuando algo se desea mucho se termina por convertir en realidad.
ResponderEliminarEsta bien ese viaje que realizaras pero que quieres que te diga, escribes muy bien, me gustó, es diferente, me recuerda a Espronceda, me resulta vital, firme, el barco y sus olores, el mar picado... no sé, me recuerda a historias de piratas que al fin, se quedan en la isla por la isla misma y no por los tesoros que fantasearon y son capaces de plantar patatas, aquellas mismas Castellanas que.... en aquellas tierras de Dios crecen a las mil maravillas..
Un beso
Conforme leía, me estaba dando una envidia de tres pares de narices.
ResponderEliminarSubir a una montaña es de los placeres que más me ilusionan.
En fin, hermoso tu relato.
Ah! Olvidaba contarte que, no hace mucho soñé que te conocía por fin subiendo a la cota más alta de la provincia malagueña, el Torrecilla (1925 m.),en plena Sierra de la Nieves. Algún día lo haremos, si te apetece.
Un fuerte abrazo.
Viajar, más allá de paisajes conocidos o familiares, donde nos lleve el corazón, la imaginación o los trenes. Siempre me han fascinado las historias de viajes y viajeros, los atlas y la preparación de los viajes.
ResponderEliminarMe has hecho pasear por un paisaje que no conozco, imaginar a sus gentes, sentir el olor del barco e incluso intentar hablar con el cura de la bici, en un idioma que no domino. Seguiré: me voy a dormir y seguro que soñaré con volcanes.
Besos
me ha encantado eso de la gripe castellana... si es que hay que compartirlo todo, hasta los virus
ResponderEliminar¡Gritar en lo alto de una montaña, de un volcán, es una buena catarsis! Gritar al mundo nuestros deseos y liberar nuestras angustias a voces...
ResponderEliminarTu grito de paz es hoy más necesario que nunca.
Los sueños nos ayudan a vivir.¡Que tu vida sea tan bella como tu sueño!
Un fuerte abrazo.
Muy mal, muy mal has hecho al no invitarme malvado, con gusto te hubiera preparado algún brebaje calentito, para luego escaparme a ver tanta belleza.
ResponderEliminarDebo ser de lo más inocente porque mientras te estaba leyendo pensaba: ¡Qué suerte! ¡Qué experiencia más maravillosa! Y claro, es que escribes de una forma muy convincente,igual que si lo hubieras vivido y es que se me había olvidado que cuando nuestra imaginación se alía con nuestros deseos, el resultado puede superar a la realidad.
ResponderEliminarGoathemala, gracias por tu comentario que me hizo sentirme comprendida. Cada vez que veía un comentario nuevo me echaba a temblar y pensaba: ¡Ahora es cuando me atacan! Afortunadamente, todos habeis sido aliados.
Un beso muy grande.
El volcan eres tu Goathe y la paz guardala en tu interior para el día que llegue la erupción.
ResponderEliminarBesos grandes.
En esta tierra de rascacielos, lo que mas extraño son mis volcanes. Algun dia volvere.
ResponderEliminarUn abrazote,
Por que sé que siempre habrá volcanes aguardándote... cimas esperando que las llegues a alcanzar, aromas esperando que llegues aspirarlos, músicas dormitando hasta llegarte a deleitar...
ResponderEliminarPor todo eso me encanta volver una y otra vez a estelugar :)
Vaya manera de ocultar armas biologicas (como ponerlo sin que nos caiga la CIA por aca y por alla!) de uso masivo como un resfrio comun; quien iba a descubrirlo entre medio del arona a pescado?
ResponderEliminarEn cuanto a la paz, estaba escribiendo para Mexico un algo, con respecto a esta falta de, cuando recorde que en una de las tantas guerras y muertes, el cuerpo diplomatico y residentes argentinos huian gritando a voz en cuello 'Maradona, Maradona' lo mas conocido de ese momento, para mostrar su pertenencia a un pais neutral; mas convincente que el color azul de pasaporte y la estampa en oro de un gorro frigio y dos manos unidas. Se me ocurrio que uno de los protagonistas fuere un expatriado metido en guerra ajena: la realidad supera toda fantasia, hoy enterraron a un joven que podria haber sido el descripto y no se ya si lo imagine, lo soñe o vino a contarme su historia antes de partir.
Pues yo me lo he creído de "P a Pa"
ResponderEliminarY me decía, vaya "peazo" viaje que se ha marcado Goa:):)
Es lo que tiene la gripe, que da tiempo a imaginar mucho, sobre todo en los sopores de la fiebre:)
Dos abrazos como volcanes: grandes y cálidos:)
me lo creí también, yo solo he llegado hasta Ciudad del Cabo, un lugar maravilloso...
ResponderEliminartu, que sabes vivir entre flores
ResponderEliminary abrirte paso entre las hojas
y sobrevivir al cortejo de los colibríes
tu, eres sólo una mirada
que ha venido a contemplar
la fiesta de luces de un volcán.
Espero estes mejorcito de la gripe para que te puedas perder unos días en esa isla encantada.
Un saludo
Y ya te estaba imaginando contagiando a todos, ja!
ResponderEliminarMe dejaste soñando Paris por ejem.
Abrazos.
¿Crees que si todos los habitantes del globo gritáramos PAZ al unísono, se oiría algo? Esperanza es lo que queda
ResponderEliminarRegreso para decirte que te deje un regalo en mi blog...asi ambos gritamos PAZ en la cima de un volcan cualquiera je je...nos paseamos por nuestras islas de fantasia? (la mia tiene un poco de fantasia creeme)
ResponderEliminarbesos.
Me pareció sencillamente hermoso.
ResponderEliminarGab
Hermoso paseo el que hemos disfrutado, todas las sensaciones fueron sentidas, hasta la de tu voz nasal contestando que no al patatero. Recorrí el volcán, la pequeña ciudad, una idea brillante y un relato totalmente creíble. Abrazos cálidos para paliar cualquier frío o resfrío.
ResponderEliminarBELLISIMO...me quede sin palabras, es lo que necesito estos dias...
ResponderEliminarbesos
HERMOSO
ResponderEliminar