Rosebud
Nieva en la antesala de la muerte. El poderoso dice “Rosebud” y su mano deja caer la esfera de cristal que se rompe escalones abajo. Expira. Sus sirvientes intentan encontrar el significado de tan misteriosa palabra. Así comienza una de las mejores películas, Ciudadano Kane. En su transcurso descrubriremos todo lo abyecto e influyente que era el personaje inspirado en el magnate William Randolph Hearst, y, si estamos atentos, comprobaremos que Rosebud era el nombre del trineo con el que jugaba en su niñez.
El hombre que todo lo tuvo, frente a la muerte, rememora el nombre de su trineo como el trono perdido de la niñez, el espacio de tiempo donde se quedaron sus sueños pues cuando todo se tiene o todo se puede comprar no se sueña con nada.
No hace falta ser poderoso o rico, también los problemas cotidianos se solapan al mundo puro de lo onírico enflaqueciéndolo, comiéndole el terreno. Son diversas las inquietudes laborales que atan de cadenas mis sueños. No quiero perderlos baja la cenicienta patina de las preocupaciones, quiero intentar decir “Rosebud” en vida, ahora.
Es obvio que en mi caso, el atajo a ese mundo no es un trineo, es un bosque, con eso me basta. Incluso con la frondosa copa de un solitario árbol.
Así comienza una de las mejores películas...
ResponderEliminarQuizás, y haciendo la cuenta de la vieja, podríamos convenir que es una de las pocas películas. Tú sabrás entenderme.
:)
No sé cuántas veces diré rosebud antes de poder decirlo por última vez, pero me gusta como lo pronuncias hoy: tan quedito y grande, al tiempo.
Algún día podré dar cuenta de algunos detalles sobre Welles y sobre los amigos que mantienen viva su memoria, y que guardan tesoros de anécdotas sobre un hombre y un cine que aún están por descubrir.
¡Ah!
ROSEBUD...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTengo que pedírtelo.... Ya no me aguantoooooo.
ResponderEliminarEnséñame a poner fotos así en la cabecera, por favor. Está preciosa esa foto.
Ahora voy a leerte.
Tu entrada de hoy me recuerda que hace demasiado tiempo que no he revisitado Ciudadano Kane. Me apunto los deberes para este fin de semana.
ResponderEliminarEs una película de obligada visón para el que se precie gustador del cine. Un saludo
ResponderEliminarPd: bella imagen.
Que no tengamos que decir Rosebud al final de nuestros días, Goathemala. Que estén presentes tu bosque y mis recuerdos de la niñez cada día, para no perder nunca el norte de nuestras ilusiones.
ResponderEliminarMe ha encantado tu escrito.
Un abrazo.
Son tiempos de puñal entre los dientes...
ResponderEliminarNada nos debe amordazar ni atenazar...de otro modo,habrán vencido...
Nos vemos camino del bosque...
por cierto mal lugar el de la planicie manchega para los bosques...
Un abrazo...
Será la infancia el paraíso perdido?
ResponderEliminarBesicos.
Maravilloso árbol, maravillosa foto.
ResponderEliminarMaravillosa película!!!!
Como diría un andaluz "Goaghe has estao sembrao"
Besitos,
Todos necesitamos orear, cada cuál a su manera y llamése como se llame, ese Rosebud que en el alma se nos forjó.
ResponderEliminarLástima que muchos tengamos que esperar la hora de la muerte para comprender.
Yo me quedaría con el bosque.
Dos abrazos
Muy bonito el post Goathe, me puse a pensar en mi Rosebud.
ResponderEliminarSaludos
Nuestras circunstancias laborales son totalmente distintas , pero entiendo lo que dices...
ResponderEliminarEn verdad, qué maravilla el instante capaz de superar el tiempo, lo palpable...
ResponderEliminarMe pareció una bella película, y ahora que leo tu post, me entran ganas de verme con ella de nuevo.
Rosebud, repitamos. Y regresemos siempre.
Un abrazo.
Yo hasta con un bonsai me conformo....
ResponderEliminarTambien yo creo que vale mas vivir la vida con plenitud y sin tantas ambiciones y disfrutar del presente y el pasado intensamente. Besos, querido amigo, has hecho una sabia reflexion.
ResponderEliminarComo siempre, un placer leerte. Tienes esta enorme capacidad de partir de un enfoque aparentemente distante para desvelar lo más íntimo y cercano.
ResponderEliminarDe inquietudes e incertidumbres estamos hechos todos, ya que vivimos un tiempo en que la permanencia y la estabilidad han pasado a formar parte de mundo de los sueños. Como lo llevamos de bien o de mal, generará resultados no sólo en nuestro interior como en nuestro entorno. Todo nos lleva a sufrir anticipadamente a pre-ocuparnos. Mejor intentar coger una cierta distancia y confiar que las semillas acaban transformándose en arboles y aunque no lleguemos a disfrutar de su sombra, otros lo harán.
besos
Considero, amigo Goathemala, mucho más saludable el parecido con Cosimo Piovasco di Rondò -el Barón Rampante-, que con el atormentado, solitario y cruel Kane. Rosebud... a pesar de ello es dificil olvidar aquella imagen final del trineo ardiendo en la chimenea tras morir su propietario. Recuerdo que el primer correo electrónico que tuve hace ya mucho tiempo tenía casualmente ese nombre: rosebud.
ResponderEliminarSalud
¿Por qué sentí tanta tristeza al leerte?
ResponderEliminarAbrazo fuerte.
Una película que se disfruta siempre, una foto que también recrea el espíritu. Dicen que el bosque representa a los amigos, será por eso que nos gustan tanto los árboles, de todo tipo y edad.
ResponderEliminarBesotes
Hola, Goathe.
ResponderEliminarMe aplico tu reflexión por entero:
Los problemas cotidianos se solapan al mundo puro de lo onírico enflaqueciéndolo, ... Son diversas las inquietudes laborales que atan de cadenas mis sueños... quiero intentar decir “Rosebud” en vida, ahora.
En mi "Rosebud" particular también hay un árbol, el que agarra a la tierra que piso, pero también son sueños;... y el deseo de ser mejor cada día.
Un abrazo
Te lo deseo de corazón, que en toda tu vida, en todos tus momentos, puedas "Gritar Rosebud al viento" :)
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por sus comentarios.
ResponderEliminarSaludos.
Las inquietudes de este mundo real se han hecho más y más fuertes, tienes razón. Han dejado poco espacio a los sueños. Cuídalos, no los sueltes. Algunos no somos nadie sin ellos... A falta de bosque, mis macetas me hacen un apañito.
ResponderEliminarUn abrazo grandote.