Apunte de tiempo estéril
Un amago de tormenta que lava el aire. Nubes negras que dejan un leve olor a mojado, a caña seca de maíz y ozono reprimido. Tierra que recupera de inmediato la sed, hojas de álamo perdiendo con el amarillo la última savia. El viento cabeceando las copas cada vez más despobladas, llevando a la libertad y a la muerte a la hojarasca, estremeciendo los elementos fijos: batiendo cristales en su presidio helado, señales de tráfico en balanceo, toldos que se hinchan imaginando, acaso, historias de gloria marinera. Botones abrochándose, lamentaciones por abrigos olvidados.
El viejo otoño archivando la vida fatigada, escondiéndola a la primavera que la encontrará - siempre lo hace - y jugará con ella como algo nuevo, como la vez primera en el génesis de los tiempos, sin que sepamos nunca si lo hace por desmemoria o por contemplación de su tierna criatura.
¡Qué foto más bonita Goathemala! En este tiempo de lluvia y viento estamos; de hojarasca y ocres.
ResponderEliminarUn abrazo.
Inuits
Imposible contar un otoño mejor. Imposible una foto más bonita.
ResponderEliminarUn abrazo con olor a ozono.
Goathe, q lujazo de post; texto y foto, inmejorables.
ResponderEliminarUn besico.
Nubes negras que dejan un leve olor a mojado, a caña seca de maiz...la imagen a la medida de las palabras. Precioso post.
ResponderEliminarPor partes....la imagen es la justa del momento, sublime....
ResponderEliminarEl otoño de paso lo odio...y no sé quien juega con quien... a mí la que me parece genial es la primavera...
Pero en realidad el que juega con todos es el verano...sabes que hace dos días estaba en la playa ..en la arena...bajo la sombrilla leyéndome un libro ....saludos amigo
Me la quedo de protector de pantalla, gracias...
ResponderEliminarBesos.
bonita foto.
ResponderEliminarLa foto es preciosa, como también lo es el pesamiento que nos dejas este fin de semana para reflexionar sobre este otoño que tenemos y al que todos llegarán.
ResponderEliminarLa foto es preciosa, como también lo es el pesamiento que nos dejas este fin de semana para reflexionar sobre este otoño que tenemos y al que todos llegarán.
ResponderEliminarCasi que me parece una pizza cuatro estaciones esta entrada, apetitosa.
ResponderEliminarMientras el otoño no llegaba, me he contentado recordando los de mi infancia: de mesa camilla, braserito de picón, libro y lluvia tras la ventana.
Ayer vi llover en Ávila. Una lluvia que, aunque agradecí, me pareció tropical. No me gustaría cambiar de clima sin hacerlo de país, pero quizás sea un cambio ireversible.
Otoño, resumen de la experiencia de la vida y arca de la sabiduría para continuarla.
ResponderEliminarMagnífica fotografía.
Por contemplación, no me cabe ninguna duda.
ResponderEliminarDos abrazos
Sabes???, yo creo que lo hace por que lo que más le gusta... es jugar :)
ResponderEliminarSiempre me han fascinado esos momentos previos a las tormentas, el espesor del aire...y cuando como dices "la tormenta lava el aire" bonita frase), ese olor a tierra mojada es increíble.
ResponderEliminarBonita foto, me gusta ese punto de fuga, los tonos y la luz..
Un abrazo
Evocadora imagen la que captaste en una perfecta ejecución. Sin embargo, tu texto no desmerece e iguala la belleza del paisaje.
ResponderEliminarYo me siento casi siempre en un otoño permanente...y desde ahí persigo a la inatrapable primavera. ¿La encontraré?.
Un abrazo
Una profunda y poética descripción, absolutamente acorde con la foto. Precioso post. Qué foto increíble. Saludos.
ResponderEliminarCuánto sabor a otoño en la imagen y en el texto. Melancolía de paisaje: paseemos.
ResponderEliminarEs una foto muy bonita, bueno, a mi es que me gusta mucho el otoño, será porque es la estación en que ahora vivo mi vida????
ResponderEliminarNo lo sé, pero a ti el describirlo, se te dá muy bien.
Un besito
Es una foto muy bonita, bueno, a mi es que me gusta mucho el otoño, será porque es la estación en que ahora vivo mi vida????
ResponderEliminarNo lo sé, pero a ti el describirlo, se te dá muy bien.
Un besito
Gran texto y gran foto amigo Goathemala, no sé qué más decirte, el texto me ha dejado con una sensación de nostalgia, habida cuenta de que aquí en el sur vamos entrando en la zona de calor
ResponderEliminarQue foton!!! Hubiera estado mejor el granado de la plaza -yo tengo uno en version bonsai- para hacerle participe de la invitacion al virtual y petit homenaje por el lanzamiento del libro de Isabel Barcelo, lo mejor que nos salio a la distancia a estos lados del Atlantico. Esperamos que los disfrutes, la pregonera semanal oficial del site La Costilla Incomoda donde se realiza el mismo.
ResponderEliminarTe esperamos!!!
Sinceramente, después de leerte y quedarme absorto mirando la magnífica fotografía que le acompaña -!que luz!-, poco se me ocurre que decir. Esas sensaciones que describes, u otras parecidas, aquí sería el viento mezclado con la sal del mar o el olor fragante de la hierba que vuelve a probar el sabor de la lluvia, constituyen los momentos que realmente nos hacen sentirnos vivos.
ResponderEliminarSalud
El olor a mojado tras la lluvia es uno de mis favoritos: me hace sentir conectada a la tierra...
ResponderEliminarEl otoño no me gusta, me pone melancólica... pero la foto es preciosa!!!
Nunca he visto realmente el otoño, en mi país no existen las cuatro estaciones, pero me gustaría vivirlo. Parece que tiene una vida intensa, pero de esa forma no evidente que me gusta tanto en los árboles secos.
ResponderEliminarLa foto es maravillosa. Caminé hasta la casita del final, viéndome en los trozos de espejo del suelo.
Fue un gusto.
Un abrazo, Goathe.
Me encantan esos charcos Goathemala, y su reflejo contenido...
ResponderEliminarAbrzo
Hola!
ResponderEliminarSi pudiéramos aprender de la naturaleza, el otoño se desprende de sus pesadas mochilas, para que la primavera lo encuentre despojado de todo el pasado y los nuevos brotes puedan fluir con libertad…………..
Un abrazo de oso y hasta siempre.
Querido amigo, este año el otoño se está comportando como un adolescente: sonriente, soledado, resistiéndose a dejar el verano atrás... Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarSolo un alma de poeta puede describir unos toldos agitados por el viento como tu lo haces. Me encanta esa expresión de que al hincharse se imaginan,"acaso, historias de gloria marinera".
ResponderEliminarY como siempre, el otoño retira a la tierra a su descanso anual, para después reencontrarse con su "tierna criatura".
Todo es hermoso en las palabras que traducen tus pensamientos.
Un abrazo.
Me pusiste melancólica.
ResponderEliminarHermosa la foto.
Besos.
HHHMmmm OTOÑO, tiempo de pespojarse de las células muertas adheridas a la piel..Tiempo de desnudar el alma de los árboles, de pisar las hojas secas, de pasear por calles desiertas...tiempo de ocres anaranjados...Tiempo de belleza absoluta, de melancolías eternas, de lágrimas abrasantes....Bello otoño para el alma...
ResponderEliminarComo todo amigo Goathemala, una estación le cede a otra su paso. Cíclicamente siempre ha sido así, y me gusta admirar de la naturaleza y disfrutar su estancia en las estaciones el tiempo que duran.
ResponderEliminarExelente escrito combinado con la foto. Fusionas bien las palabras con lo que ofrece la óptica.
Saludos!
Pasé de nuevo a verte, querido granado... Besos.
ResponderEliminarPaso a saludar, justo un día después de la llegada oficial del invierno.
ResponderEliminarQue estés bien, amigo Pedro.
:-)
Muchas gracias a todos por sus comentarios, les quedo muy agradecido.
ResponderEliminar