Efervescencia
A estas horas imponderables, en las que el azul y el gris buscan resquicios
en este ocre tan devorador de final de primavera, distrae
llevar el pensamiento a una meditación nimia que reduzca la transparencia de la
luz cegadora, la vibración ardiente en los asfaltos y anhele ese recuerdo de
torrentes en las cúspides, el crujir de la nieve al correr en ella,
los faroles en la noche alumbrando el aliento del corredor. Aquella efervescencia.
Si que echan de menos
ResponderEliminarKisss y Kisss
Afortunadamente el pensamiento siempre es libre y nos ayuda en el recuerdo. Saludos.
ResponderEliminar