AMNESIA
Flotando por la estancia del hospital, el alma, observaba el lugar al que ha pertenecido. Acababa de abandonarlo y se extraña que esa masa lívida y encogida fuera su casa. "Vuelve", suplicó el cuerpo en su último hálito. El alma lo pensó un instante y afirmó "si vuelvo quiero el control de la memoria. Tal vez, sea preciso hacer cambios". El cuerpo no tuvo energía para oponerse. En su regreso alcanzó oír una voz gritando "pestañas, las mueve".
Despiertas. Fijas la vista. Te invade de inmediato la angustia. No sabes donde estás, ni quién eres, tampoco la razón por la que tienes un tubo en la garganta y una sonda en tu muñeca. Enfrente, una televisión sin volumen, muestra un agricultor con lechugas. Lo miras atenta y haces ejercicios de respiración para serenarte. Al poco, un señor entra gimoteando. Se sienta en la cama. Te toma la mano. Te dice "no debieras haber llegado a este extremo, te salvaste por poco. Nunca dejé de amarte, la dejaré, volveré contigo".
Algo que no sabes qué es - con los meses descubrirás que lo llaman educación - te hace callarte pero no dejas de repudiar al mal afeitado que vino a soltarte cosas sin sentido, a llenar de mocos la cama y a impedirte ver el minucioso trabajo de un agricultor sembrando lechugas.
OHHHHH!
ResponderEliminarBrutal!!!!!
Aplaudo!
Me encantó....!!!!
Oscuro, vengativo, cruel, real!!!
Un beso, Goath!
Es aguntioso ese estado, sobre todo cuando se tarda en volver a la realidad...saludos
ResponderEliminarBuen texto, Goathe. Puedo sentir la angustia de la mujer que está en la cama del hospital (porque es una mujer ¿verdad? aunque no lo menciones expresamente). A mi criterio la clave para la comprensión del relato está en la frase "si vuelvo quiero el control de la memoria"... Volvió, pero ¡a qué precio!
ResponderEliminarSaludos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRenacer en uno mismo, si los obstáculos que produce la memoria... ¿bueno o malo? ¿quién sabe?
ResponderEliminarSalud
Lena, lo pensé el sábado por la mañana porque estuve dándole vueltas al poder de la memoria. Gracias.
ResponderEliminarmanuel-tuccitano, sí. Debe serlo, sobre todo cuando es intenso y persevera en el tiempo. Tengo un amigo al que le sucedió. Gracias.
LUISA M., una mujer, claro. Queda claro que el alma indujo a una amnesia para proteger su hogar. Gracias.
Charles de Batz, ni siquiera sé si será posible. Escribir permite estas licencias incluso contra la lógica. La historia se me ocurrió por los lotófagos que cuenta Homero en la Odisea. Lo mismo lo cuento en la siguiente entrada.
Gracias a todos y saludos.
fa-bu-lo-sí-si-moooooooooo
ResponderEliminaralma prodigiosa, que nos protege hasta de nosotros mismos ;)
un beso enormísimo, Goathe!
Inquietante relato, Goathemala. para mí lo es. Yo, tan olvidadiza y despistada que siempre me veo haciendo esfuerzos para recordar...
ResponderEliminarMe ha angustiado el precio que ha estado apunto de pagar para repescar una promesa a la cual seguramente ya tenía derecho.Buen relato!!
Saludos cordiales
Me gusta muchoooo. Un saludo
ResponderEliminarBuen relato maestro Goathemala, siempre es un gusto leerlo.
ResponderEliminarSalú pue.
Qué regalo tan bueno le hicieron al alma al volver a la vida en el cuerpo.Claro, que yo no sé si esto pasa siempre porque sería un tema delicado.Qué bonito el relato.
ResponderEliminarSu otra imagen que sale en reader y no sale en el blog es preciosa,
preciosa.
Inuits
Azul, gracias, casi siempre perder la memoria es una desgracia. En algún caso no ¿verdad?
ResponderEliminarlys, gracias. Lo escribí del tirón, buscando algo fresco y breve. Últimamente me pienso mucho todo lo que escribo que es igual a estar siempre bloqueado.
Sofi, muchas gracias. Saludos.
JOHAN BUSH WALLS, maestro de nada y aprendiz de todo. :-) Saludos y gracias.
Inuit, , tampoco sé si esto pasa (me extrañaría) pero quise hacer una apuesta por una escrito sin las trabas de la realidad ¿no?
La foto que sale en Reader es la misma pero a mayor tamaño. Es un campo de lechugas que vi el fin de semana pasado. Gracias y saludos.
Reitero, muchas gracias a todos.
Me ha encantado sobre todo el principio Goat, cuando el alma se piensa si volver o no a ese cuerpo, cuando el álito vital.... está a punto de perderse... momentos cumbres.. momentos trágicos.. para el que los vive en persona y para el que está cerca...
ResponderEliminarQue suerte tuvo, de que su alma decidió regresar y abrió sus ojos y movió sus pestañas... todo lo demas... me parece secundario...
Un abrazo desde el alma... que tenemos la suerte de conservarla aún.
Te creces y te creces en estos relatos cortos, llenos de emoción, sensibilidad y sentido humano. Quizá la amnesia sea necesaria para sobrevivir. Besos, querido amigo.
ResponderEliminarSoy firme cretente del poder de la mente. La mente es tan capaz de matarte, como de sacarte de las garras del infierno, justo cuando satanás alcanza los dedos de tus pies... Cuánto no más poderosa será para otorgarte el olvido, si en verdad lo deseas e, infinitamente más, para ver la belleza en un campo de lechugas.
ResponderEliminarMe encantó el cuento
Abrazos a pares
Estrella Altair , gracias. Esa primera parte era lo único que tenía medio claro, el resto fue sobre la marcha. Saludos.
ResponderEliminarIsabel Romana, como siempre habilidosa para encontrar el sentido de lo que escribo. Gracias por el halago al que valoro especialmente por venir de ti.
Trini, no sé, amiga si eso será posible. Uno se vale de las letras porque éstas no conocen límites. Gracias y saludos.
Ufff...llegador.
ResponderEliminarA veces deseo tener amnesia para olvidar lo malo. Empezar de cero. Donde me habite un mundo de colores.
Besos amigo.
Me gusta tu relato. El tema de la memoria, los recuerdos y el olvido me lleva por la calle de la amargura... No sé si el alma controla la memoria, me parece q la mía, no.
ResponderEliminarUn besico.
De alguna manera tu blog me resulta filmico, Amnesia es una excelente película, y tu texto, aunque no tiene nada que ver con la cinta, está muy bueno.
ResponderEliminarSaludos
Triste que tengamos que llegar a situaciones extremas para saber entender que es realmente lo importante... y hasta entonces, andemos siempre tan confundidos...
ResponderEliminarLa amnesia debe de ser algo horrible pues deja a la persona sin saber ni siquiera quien es, encontrándose en un mundo totalmente desconocido.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
En algunos casos no recordar nos libera... y tú que conoces alguito de mi historia personal, entenderás por qué lo digo, a que sí?
ResponderEliminarUn beso enormísimo, Goathe y que el finde pasado por agua sea fabuloso para las musas ;)
Yo también me rindo frente al diálogo de cuerpo y alma. La memoria es el cimiento de nuestro universo personal.
ResponderEliminarSaludos.
Saludos amigo Goathemala. Como siempre un 10 en tus escritos.
ResponderEliminarHasta el próximo!
¡Qué buen relato! ¡Cuántas veces una fantaseó con tener una segunda oportunidad! Esa o cualquier otra, pero una segunda oportunidad. ¿No tenes algun relato en que el acuerdo para no morir es volver el tiempo atrás? Eso, eso si me gustaría, no por nada especial, pero me gustaría
ResponderEliminarLa verdad yo tambien me hubiera quedado de 1000 amores mirando como se sembraban las lechugas, aunque no sean el plato de mi devocion.
ResponderEliminarSi un idiota tiene que verte media muerta para valorarte o darte algo mas de valor que a una lechugacea, es preferible quedarse con la plantita.
Por aqui, esta noche tenemos una tormenta feroz y estoy rodeada de arboles 'sensibles', netamente vegetal, incluido un ombu (una hierba gigante en estado natural o un bonsai) que ha florecido y esta dando frutos!
Clarice Baricco, bueno yo creo que la amnesia nadie la puede necesitar, debe ser horrible. Otra cosa es que necesitemos que la memoria sea flaca para algunas cosas. Gracias y saludos.
ResponderEliminarSara, supongo que el alma se dedicará a otros menesteres pero yas sabes, al escribir...Gracias y saludos.
Fernando Ramos, no conozco esa película. Averiguaré. Gracias y saludos.
Mia, bueno, este escrito no tiene que ver nada con la realidad. Muchas veces la vida nos asoma a los abismos para que captemos su profundidad. Gracias y saludos.
Abedugu, imagino la desazón de despertarse sin saber quién eres. Un espanto. Gracias y saludos.
Azul, por ahí iba el sentido de lo escrito. A ti y a todos nos pasa que tenemos cosas que superar olvidándolas. Gracias por tus deseos y saludos.
Víctor González, me salió extraño el escrito. Acabo de releerlo y no me reconozco el autor. Curioso. Gracias y saludos.
Roberto Lone, amigo, siempre tan gentil. Gracias y saludos.
Una ET en Euskadi, no de eso no tengo nada pero tú misma tuviste la idea y podías darle forma escribiéndola ¿no? Gracias y saludos.
Alyxandria Faderland, desde luego mejor una lechuga que un lechuguino. También aquí estamos de tormentas. Yo disfrutando aunque prefiero lluvia pura y dura.
Gracias a todos.
Después de leer tu relato llego a la conclusión de que con pocas palabras se puede crear una imagen con mucho peso. La memoria, como las ilusiones, gustan de jugar al escondite cuando menos lo deseamos. Y me ha fascinado encontrar un alma que pone condiciones a su anfitrión; me ha parecido originalísimo.Creo que de aquí en adelante me voy a desdoblar con más frecuencia, jajaja...
ResponderEliminarMuchas gracias, Guathemala.
Un abrazo, desde la Enter.
Muy original. Un despertar!
ResponderEliminarPor que no hay mal que por bien no venga, por que los valares, los recuerdos y la memoria cambia.
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