Un camino sin alma



Influido por las palabras del párroco que afirmaba que el alma de su abuelo ascendería al cielo nada más recibiera sepultura, acudió al entierro pese a que sus padres lo desaconsejaron. La brisa infundía falsa vida a las arboledas que desasían su hojarasca para crepitar bajo los pies de los asistentes y la quietud de la escena era quebrada tan sólo por la salmodia ahogada, por las caras tristes y por los cuerpos balanceando el peso entre las piernas. 

Cuando el féretro bajó, y la tierra le fijo un nuevo hogar, nada ascendió, se aseguró bien, ni alma ni cosa alguna. No preguntó, sabría que le dirían que era imperceptible y cosas similares. ¿Cómo entonces podían estar tan seguros de lo invisible?

Desde aquel momento, con malestar, se le quebró parte de su cándida alma y, años más tarde, siendo ya estudiante universitario, cuando conocía lo que era la glándula pineal y había leído a Descartes, recordaría aquél lejano enterramiento como el inicio de su duda y la fijación sincera de que somos nada más que materia, física y química interactuando, que no habrá mayor trascendencia que el que nuestras obras y nuestro amor fijen en las personas a las que influyamos y que más allá de ese margen sólo reinará el silencio, el vacío, la confusión.



Comentarios

  1. La muerte no tiene ningún misterio: lo que lo tiene es la vida.

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  2. No puedo estar knsa de acuerdo. Doy fe de q lo intenté constantar muchas veces desde pequeño...No hay más vida q esta muerte. Amén
    Un abrazo.

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  3. No puedo estar knsa de acuerdo. Doy fe de q lo intenté constantar muchas veces desde pequeño...No hay más vida q esta muerte. Amén
    Un abrazo.

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  4. No puedo estar knsa de acuerdo. Doy fe de q lo intenté constantar muchas veces desde pequeño...No hay más vida q esta muerte. Amén
    Un abrazo.

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  5. Desde el rigor ni lo uno ni lo otro podemos afirmar o negar. Y quien a tal atrevimiento se entrega convierte su vida en un vuelo rasante de corto alcance. Y siendo así sólo nos queda la búsqueda, y es en esta búsqueda que encontramos momento a momento la plenitud anhelada, y el sentido de nuestro andar, de nuestra esperanza, de nuestro amar, y de nuestro compartir.

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  6. Jml, no dogmatizo, por supuesto, gracias por comentar, saludos.

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  7. Cada cual puede pensar lo que quiera.... o lo que necesite. Por mi parte, necesito creer que hay ciertas cosas que no mueren, que no pueden morir. Como el amor, sin ir más lejos.

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  8. Palavras e imagen belissimas.saludos

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