LA EXTRAÑA JUSTICIA 1/2

La encontraron en una barranquera de la zona 6 de Guatemala ciudad, rodeada de extrañas plantas, amordazada, semidesnuda, expuesta a la voracidad de los coleópteros. Llevaba pocas horas muerta, al inicio los inspectores consideraron que este detalle ayudaría a la investigación pero no fue así. El exceso de trabajo, la escasez de medios, la desidia política y la corrupción policial permitieron que la muerte de María Sarrión fuera un expediente más acumulando polvo entre cientos similares. Un cadáver olvidado entre pliegos, entrevista vacuas y fotos presurosas destinadas a desvairse con los años. La impunidad y la violencia constante levantó un mecanismo justificador entre la población, aquellas muertes se debían a imprudencias de aquellas mujeres, a su ropa provocativa, a su vida disoluta, a trifulcas de pandillas. Ese sentimiento caló tanto la clase política que ni siquiera se llevaron estadísticas.

En un rincón de Xelajú, la madre de María, hija de tozudos aragoneses, nunca admitió, en apariencia, la muerte de su hija. Ni cuando le entregaron el cadáver, ni al sepultarla, ni siquiera cuando, con el paso del tiempo, su ausencia se hizo brisa e invadió los espacios húmedos hasta no dejar resquicio que no testimoniara su vacío. En su alma no se permitían grietas. No. Al menos, mientras tuviera a su cargo a su nieto. Cada despertar, al lavarse ante un vidrio azogado que le mostraba una faz picuda de hueso y pellejo, aplazaba veinticuatro horas su desmoronamiento y volcaba una furibunda entereza en educarlo bien.

Aquel chico, que conociera diez años a su madre, fue instruido como si la progenitora remoloneara por la casa siendo imposibles los encuentros, como si unos aciagos segundos impidieran abrazos o postergaran los besos. Mas, en el secreto de la noche, se concedía la debilidad de estremecerse ante la idea de su cuerpo corrupto, de hablarle en susurros, de desplegar su mano al aire acariciando su cabello, perfumado racimo de jacarandas.

Antes que el declive natural de su abuela fue la adolescencia la que hizo sentir su carencia como un agudo y constante dolor. Esos años la odió, bebió a escondidas negando su existencia y agradeciendo su abandono por otorgarle libertad. El cambió no pasó desapercibido a su abuela que aprovechó los dineros de la venta de un pequeño solar para obligarle a ir a estudiar a España, a casa de su hermano menor, ferroviario jubilado, gruñón bondadoso, disciplinado aunque pésimo cazador y poeta en prácticas. Se harán bien, sopesaba.

Y tenía razón. El jubilado encontró en el muchacho un campo fértil donde cultivar, un retoño tardío pero exquisito del hijo que la providencia le negó. El chico se maravillaba de encontrar una persona tan estrafalaria y compleja en su familia, capaz de perseguir enojado un rastro inexistente por todo Albarracín o de acechar jabalíes declamando versos en letanía. Se sucedieron meses y confidencias. El ferroviario retirado entendió que su equilibrio mental pasaba por la aceptación del fallecimiento de su madre. Comprendió que debía ayudarle y, cuando llegó el momento del retorno, acompañó al muchacho a Guatemala ciudad.

De mutuo acuerdo, siete años más tarde, visitaron el lugar del asesinato. Rezaron unas oraciones, repitieron unos versos escogidos a la ocasión y guardaron algunas de aquellas extrañas flores entre las que se encontró su cadáver.

Foto propia.

Comentarios

  1. compañero se sigue usted superando...necesito la segunda parte ya...
    un fuerte abrazo

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  2. ¡Wow, rewow, y recontrawow!... que pedazo de historia. Mis respetos para esa fantástica y exquisita manera de escribir.
    ¿para cuando otra?... :)
    Saludos!!!!!

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  3. QUe bien narrada esta la historia felicitaciones y a esperar la segunda entrega.

    Saludos

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  4. Me uno a las voces de arriba, me lo leio, mejor dicho, lo devore de un sarpazo,
    Lindo, triste como me gustan y sobre todo real.
    fuertes abrazos

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  5. siempre logras sorprenderme... me conmueve la palabra que da directo en el blanco!!

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  6. Qu{e barbaridad de historia. No sé si quiero llorar o darte un beso en la mejilla por ser capaz de transmitir esto.
    Gab

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  7. Gracias a todos, respondo en conjunto, en realidad es un divertimento que me concedí en esta semana repleta de estres laboral. Habrá segunda parte porque no quiero dejarlo así.

    Les reitero mi agradecimiento por sus comentarios.

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  8. Me lo he leido ya 3 veces. Triste historia bellamente relatada. Yo tambien espero la segunda parte.
    Si esa es la manera que tienes de evadirte de una semana de estres, no lo tomes a mal, pero no te mueras nunca, siempre enfermo, de acuerdo?.
    Un fuerte abrazo
    Nerim

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  9. Esto es realmente hermoso, no solo por los temas infinitos que expresa sino tambien por la forma dulce y brillante como lo narras. Me gusto en especial como defines la ausencia de los que amamos, como esa brisa que invade todo espacio humedo, testimonio del vacio.
    La injusticia, la fuerza que nos da el amor, la figura materna en un joven, las ausencias, los encuentros oportunos que nos rescatan, la aceptacion del dolor, las flores que nacen de el, todo concantenado y fluyendo en tu relato.
    Te felicito y agradezco de corazon.

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  10. Jaja, gracias Nerim, desestresa que no veas.

    Azul, me alegra verte de vuelta, gracias.

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  11. Regresé por la segunda entrega..., ya vuelvo
    Gab

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  12. Una historia conmovedora y muy bien contada, querido amigo. Duele el dolor de la madre y del hijo y consuela el afecto y la comprensión del tío. Besos y hasta pronto.

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  13. aquí ando paseándome por los fotologs y di con el tuyo. Muy impresionante lo que has contado. El amor siempre lo cura todo o casi todo. Pero los recuerdos perduran.
    Volveré.. y te deseo un ...

    `☆.¸.☆´
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    (¸.☆´ (¸.☆´ (¸.☆´¯`☆>
    `☆.¸.☆´¨FELIZ FIN DE SEMANA(¸.☆´¯`☆>

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  14. Extraordinaria la forma que esbozas acá en tu post, esta fuerte historia. Pro lo haces con suma delicadeza.
    Me encanto
    Un abrazo des West Palm Beach
    JAIMIE

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  15. El tempo..., la palabra justa, la metáfora que nos sorprende.
    El hacerme sentir olores, sentir el frío, el ruido de las nubes al pasar con sus largas túnicas.
    Y la historia, y lo que existe detrás de la historia.

    Y espero la 2da. entrega.

    Todo lo mejor para ti.

    PS: Debe ser MUY interesante compartir una copa con Usted y dejar que la vida nos toque con sus dedos.

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  16. Una historia increible. La vida nos trae tantas dificultades y vicisitudes, que escribir cada suceso e historia sufrido es impresionante para nuestros oyentes.
    También espero con fervor la segunda parte. Por cierto, excelentemente escrito.

    Un saludo y no te estreses mucho.
    Saludos.

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  17. Gracias por el relato, maestrazo.

    Saludos fraternales.

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  18. Yo estoy tan conmovida, estoy tan orgullosa de leerte, eres genial.
    Un abrazo.

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  19. Amigo Goathemala, de verdad que me quede con la boca abierta!
    es sencillamente bella la historia,
    que me he quedado con ganas de leer mas...

    Ando en esos dias de inevitable acedia, y me vine aca a leerte y se me recargo el espiritu con tan bella historia. Voy por la segunda.

    Un abrazo

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