El corazón que late
Cuando ella descubrió el rostro que desde la ventana le observaba el rutinario cruce del bulevar, apenas treinta pasos, se transformó en su mejor momento. A veces le gustaba llegar pronto y mirarle antes de ser mirada.
Su faz varonil, apenas divisaba más, sus pómulos sabían de la soledad de las rocas desérticas, sus labios agrietados como tablones que soportaron la galerna. Tras la escrutación cruzaba fingiendo desenvoltura e indiferencia. Concentrada en no perder la gracilidad de los andares e intuyendo su atención.
Frustrada primero porque él no bajara a dar otro paso, acabo aceptando una situación que con el devenir de los años la llevaría a otro hombre, un "sí quiero" frente al altar una tarde de mayo, un fruto de su vientre que afianzó su existencia. Pese a todo nunca perdió el encanto de volver a los treinta pasos camino a la oficina, a sentir la inofensiva coquetería de unos ojos prendidos.
Al verla desde la ventana sutil y armoniosa, volvió a asearse. El mejor acompañamiento del café era esperarla cruzar frágil, pálida, cargando sus ojos de ocelote y quedarse ya el resto del día preguntándose si el plisado de su falda era sinfonía o soneto. Y aguardar la mañana siguiente y repetir la penosa tarea de la ducha, y dejarse apresar por la tristeza, cuando no aparece o encogerse, de rubor, al descubrir que había venido antes para mirarle, y asumir que tiene familia y agradecer que no ha cambiado nunca con los años la ruta. Soñar que ella le ama y olvidar.
Olvidar la condena de la silla de ruedas que ancla y condiciona. Olvidar la lluvia, la moto, el guardarrail, el dolor y la depresión para renacer con una mirada cada día y sentir la satisfacción de que, pese a todo, guarda la fortuna de poseer dentro un corazón que late.
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Como siempre: texto e imagen propios.
En unos días no podré ni asomarme a la bitácora
ResponderEliminarAsí que aprovecho.
Gracias.
Las Emociones.... curioso encontrarme hoy con este post tuyo tras terminar un curso sobre ellas...
ResponderEliminarLas emociones, tras las que si no edecuamos y constatamos, sacamos conclusiones...
Y pese a todo... no podemos, no queremos prescindir de ellas, aún cuando no sepamos las mas de las veces gestionarlas, ni adecuarlas, ni confirmarlas...
Me han vuelto parecer tus letras muy románticas. Mucha ternura.
ResponderEliminarLa foto igual.
Besos.
wow Goathe... sentì que tus letras son bien dulces, te arruyan.
ResponderEliminarAh! tan bello el amor, permite que pese a la invalidez de pensamiento y cuerpo, el alma sea libre.
abrazos, muchos.
Hermoso texto y hermosa imagen. Tu casa nunca me decepciona.
ResponderEliminarUn besico.
La foto es preciosa y el texto muy bonito, la foto es volátil, como los sentimientos.Un saludo
ResponderEliminarSinfonía, el plisado de la falda de la mujer amada es siempre sinfonía.
ResponderEliminarQué bello texto y cuántas cosas encierra.
Qué preciosidad de texto y cuantas imágenes evocan.
ResponderEliminarLa ventana y esa forma de observar velada. Recuerdo mis horas de cine de ventana, de observación cerrada y encantada..cuánta información detallada y cinéfila.
Poseer,ante las adversidades, corazones que laten, es ser semilla de vida.
PRECIOSO.
Inuits
Es un precioso escrito lleno de sensibilidad, Goathe. Y muchas veces no comprendemos situaciones que simplemente por la falta de comunicación pueden hacer cambiar el presente y el futuro.
ResponderEliminarUn beso.
Y soñar... siempre soñar! Mi querido amigo, un abrazo a la distancia
ResponderEliminarGracias mi querido amigo por los saludos de cumpleaños.
ResponderEliminarTambién te saludo, deseándote un muy feliz cumpleaños y una vida llena de amor y tranquilidad.
Un abrazote
"...sus labios agrietados como tablones que soportaron la galerna". Ufff, qué bonito.
ResponderEliminarPrecioso sueño Guathe.
Un abrazo.
Me he sentido expectante de no sé qué al imaginarme esos ojos masculinos tras la celosía. Muchas emociones dentro, He sido motera y desgraciadamente tengo un amigo que ya no es y otro que bien podría mirar por la celosía, es más, creo que mira.
ResponderEliminarTe dejo un beso, y te agradezco tus palabras que son siempre tan amables con mis escritos.
Un amor mas sutil que platonico.... me encanto el termino casi olvidado que recatas: la galerna.
ResponderEliminarMenos de 6 grados de separacion mientras le daba a escribir una epica escena maritima.
Un mar de emociones, todo un mundo. Muchas se despiertan al leerte, otras permanecen en el olvido.
ResponderEliminarHasta pronto
los árboles crecen hacia el cielo, hacia la luz, hacia lo elevado, hacia Dios..
ResponderEliminarUna historia muy intimista, contada con mucha ensoñación y poesia.
ResponderEliminarVolveré.
Un abrazo.
Qué historia tan bonita Goathe...
ResponderEliminarUna historia preciosa, cargada de poesía y muy bien contada.
ResponderEliminarGoathemala, en mi blog tienes un premio que te está esperando, está en la sidebar.
Espero te guste.
Un beso y un fuerte abrazo
Muy buen texto mi amigo. Insisto: Regresaste con mucha fuerza y profundos sentimientos. Felicitaciones.
ResponderEliminarTan romántico, Goathe!! Precioso! Un besote.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos. Se trata de un escrito muy instintivo.
ResponderEliminarSaludos.
¡Me quedo sin palabras!
ResponderEliminarEs un escrito lleno de belleza y de ternura.Y además es buena literatura.
Refleja perfectamente, además, un caso real que me es próximo.
Un abrazo. Y gracias, gracias, por tanta belleza.