APOLOGÍA DEL CAFÉ

En los albores de nuestra época un homínido quiso calentarse en la profunda noche de la sabana africana. Dispuso para ello, unas ramas con bayas rojas sobre el fuego. Al amanecer, acuciado por el hambre, masticó el fruto chamuscado de esas bayas. Era café.

Desde aquella imaginada época pretérita hasta nuestros días el café ha tenido un éxito desconcertante.

  • Tercer líquido más consumido del mundo tras el agua y el té, bebidas de los que podemos beber mayor cantidad sin afectarnos.
  • Tras el petróleo es la mercancía más comercializada del mundo.
  • Es el fruto para el que más aparatos electrodomésticos se han creado.
  • Penetró en el mundo musulmán y cristiano más hermético.
  • Es el producto más socializador que existe.
En lo personal, suelo tomar un par de tazas diarias, muchas veces descafeinado y siempre con poca leche. No concibo un desayuno sin este brebaje.

Habida cuenta de que no tiene ningún efecto beneficioso para la salud porque su efecto estimulante puede resultar tan bueno para unos, como malo para otros, me pregunto qué tiene esta bebida para un éxito tan arrollador. ¿El sabor? ¿La adicción a la cafeína?

Lo que voy a decirles es desmesurado, lo comprendo, pero no puedo dejar de compartirles una idea que me ronda desde hace días.

El hombre comparte con el café un idéntico origen geográfico. Las montañas etíopes donde comenzamos a erguirnos son las mismas en las que el café maduraba. ¿No tendremos algo atávico y secreto que nos une al café? ¿Algo subliminal que tal vez nos recuerde el hogar ancestral o que una vez, en una remota noche africana, nos calentamos al crepitar de sus ramas?

Fotografía: http://www.flickr.com/photos/hdaniel

Comentarios

  1. Esto me sucede por leer antropología en el desayuno. ;-)

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Mejor la antropología que las noticias,chuscas políticas con las que nos amanecemos en este país.
    Yo suelo tomar unos tres cafés al día,si bien el de después de comer equivale a tres tazas pequeñas...con lo cual...
    Yo creo que es un poco la adicción,aunque el efecto socializador es innegable,porque imagine los que pueden caer durante una buena tertulia;también el aroma embriaga (conozco a mucha gente que no prueba el café pero le encanta su aroma)
    Por cierto por si hay cierto atavismo,yo lo tomo de Kenia.
    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  3. Pues cosas más raras se han visto no??

    Yo sin café no funciono, lo llamo "mi gasolina particular", antes tomaba hasta 5 tazas de café solo, al día, luego, tras el tratamiento con quimioterapia le perdí el gusto. Ahora me tomo dos tazas por las mañanas, ya te digo, para echar a andar.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Anónimo03:06

    Imagínese nacer en Guatemala, cerquita de Antigua, nieta de cultivadores de dicho grano, a principios de siglo. El café está en mi vida, es parte de mi sangre. Abogacía y café también están íntimamente vinculados, mi bisabuelo era famoso por tomarse diez pequeños espressos al día. Y la bisnieta, ha seguido el mal ejemplo! No lo concibo descafeinado ni acuoso! Y su fusiono la excelente materia prima de Guatemala, con el Arte de hacer café de Italia, el resultado es la pasión más grande de mi vida, dejando muy atrás al chocolate y otros placeres cotidianos.

    ResponderEliminar
  5. Anónimo11:34

    Jejejeje, en estos instantes me deleito cin una sabrosa taza de café colombiano, uno de los mejores que existe.
    El café es sabroso y costumbre de nuestros pueblos, pero OJO que si es adictivo, para muestra un boton... mira lo que dice TRINI...
    Saludos y gracias por tus aportes en mi blog.

    ResponderEliminar
  6. A mi que no me falte en las mañanas, un buen cafe con leche con algo de azucar para mi es fundamental. Luego, durante el día, café negrito cada vez que llego a algún lugar y me lo ofrecen... Mi mamá nos dio café desde recién nacidos y a sus nietos también (metía el dedo en la taza, mojándolo un poquito, y esa gota de café la chupábamos como si fuera gloria, ¿o es?).
    Saludos, men

    ResponderEliminar
  7. Como suele sucederme, me veo alternativo: tomo mate. Estudié filosofía en Argentina y mi maestro de cebadura fue un compañero uruguayo. Tomo café colombiano o costarricense al desayuno pero - a la hora de sentarme a trabajar (en lo que estoy ahora)- es el mate amargo, con buena yerba correntina o paraguaya. Es un rito. Saludos. Gonzalo.

    ResponderEliminar
  8. Sabes, por alli escuche que psicologicamente, la impresión, la idea, el concepto y lo que produce el cafe en nuestras mentes y cuerpos, es exactamente igual que la descripcion de qué es para nosotros el sexo.

    Falso o verdadero...como decimos los chapines: A saber!

    ResponderEliminar
  9. Anónimo17:31

    Tu hipótesis sobre el origen telúrico de la relación entre el hombre y el café me parece brillante. Me gustaría saber más de ti. ¿Te apetece escribirme? Me alegraré si lo haces. Me llamo David Barba (he accedido a tu blog a través del blog de Roncagliolo) barba.david@gmail.com

    un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Hace poco leí sobre unos muy beneficiosos efectos del café sobre el sistema cardiovascular. Lo que me tiene pensando es como diablos a alguien se le ocurrió extraer el fruto de esa rojiza cerecilla, secarlo, tostarlo y preparar un brebaje. Es como complicado que a alguien se le ocurra hacerlo, por muy enérgicas que vea las cabras luego de ingerir el fruto.
    Y bueno, la relación de los arquitectos con el café es mítica. Yo puedo beberme un termo de un litro y luego acostarme a dormir como si nada!

    ResponderEliminar
  11. No hay como el cafe colombiano...pero el brasilero es muy rico tmb...aca tenemos muchos sabores distintos....besos

    ResponderEliminar
  12. Hola, primera vez acá y ni recuerdo cómo llegué. Son tantas las cosa que se han descubierto por accidente. Te has preguntado a quién se le ocurrió comer por primera vez una alcachofa?
    En todo caso me alegro que haya sucedido con el café.
    Mi favorito, el ristretto.
    Saludos desde Valparaíso
    Giuseppe Tanino

    ResponderEliminar
  13. En lo personal, uno de los mejores sabores de café es el guatemalteco. El colombiano, mis respetos, porque tambien ha tenido una mejor comercialización y es apreciado en todo el mundo.

    Los invito a probar el café guatemalteco, me darán la razón.

    ResponderEliminar
  14. Los españoles solíamos tomar un café llamado torrefacto que está tostado con azúcar lo que enmascara los aromas naturales. Como es lógico, su uso va remitiendo a favor del natural.

    Gracias por sus comentarios, paso a contestarles:

    MAX: como sabe tengo anosmia y una de las cosas que más me enoja es tener que recordar el olor del café. En ocasiones, paladeo los posos porque el retrogusto me evoca su aroma.

    TRINI: En las mañanas es gasolina super para mí.

    RENATA: Caramba, lo suyo es a la vez, geográfico y familiar. Antigua es maravillosa, me recuerda a los patios andaluces en primavera pero rodeada de volcanes. La familia de mi esposa, tuvo una finca por allí.

    1 GATO: Que envidia, paladear un café mientras uno lee es algo muy placentero.

    JOGREG: ¿Al dale su madre café tan de pequeños, no se ponían muy acelerados e inquietos?

    GONZALO: Nunca he probado mate, alguna vez lo hemos intentado pero no lo tenían en los restaurantes argentinos de aquí. En un supermercado cercano lo venden. Lo mismo un día decido probarlo porque tengo mucha curiosidad.

    CHC: Había leído eso del chocolate. Nunca del café. A saber.

    SALDIVIA: ¡Un litro y dormir como si nada! Si yo tomase un litro no duermo en una semana.

    A MOONCLAD REFLECTION: Durante una época aquí sólo teníamos el colombiano. Ahora lo hay de Kenia, Etiopía, Guatemala, Costa Rica etc... De Brasil, que es el principal exportador mundial, no hay demasiado. Resulta curioso.

    TANINO: Que risa, todavía investigo el descubrimiento de la alcachofa. ¿El Ristretto es como un expreso pequeño no?

    CHC: el café guatemalteco es una maravilla, uno de Huehuetenango que probé allí me deslumbró. Hay que ir a tiendas especializadas para encontrarlo porque la distribución de productos guatemaltecos en España es muy deficiente, casi nula. Aún así, es el que tomamos en casa. Guatemalteco que viene a visitarnos, ya sabe lo que tiene que traer.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  15. El café es una bebida sagrada a pesar de la triste carga histórica que tiene en mi país. Dejame contarte que a los niños indígenas es común darles pacha (biberón) con café ralo y azúcar cuando están chillones. Esto les calma el hambre y les da energía para jugar.

    Que estés bien.
    Ch.

    ResponderEliminar
  16. Muy interesante esa sugerencia sobre el vínculo atávico ente el origen del hombre y el del café. No en vano, sigue estando en el origen de lo que hacen millones de personas. Yo, sin ir más lejos, necesito tomar un café para dar por comenzado el día.

    ResponderEliminar
  17. Aquí, me encuentro paseando en tu blog, cada vez reafirmo lo interesante de descubrir en esta blogosfera los rincones donde se nos abren otros mundo.

    Está de más decirte que me gustó tu blog, su variedad y acertados post.

    Y en cuanto al café? si sabré lo que es...un café tiene una gran variedad de secretos que solo el que lo bebe, logra descifrarlo y en mi caso, su sabor es tan sublime si es acompañado de una buena charla o en soledad tratando de descifrarme yo misma.

    Saludos de esta tica cafetera, desde el frío Norte de América.

    ResponderEliminar
  18. Sí que es muy interesante tu conclusión.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  19. Preciosa interpretación para un "vicio menor".

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares