UNA HISTORIA DE GUERRA
El Gordo vivió 104 años. En la Guerra Civil Española le tocó ser carcelero del pequeño pueblo de Andalucía donde vivía ya que le dijeron que para ir al frente debía adelgazar antes.
Una noche de noviembre le avisaron que, al amanecer, fusilarían a los reclusos. Eran personas civiles de su localidad con las que se había relacionado antes sin problemas. La guerra marcó una absurda línea divisoria como si fueran enemigos atávicos e irreconciliables.
El Gordo los dejó escapar a todos y se emborrachó para simular ineficiencia. Mejor ser juzgado por negligente o estúpido que por traidor. Aquella alborada más de cuarenta personas se internaban desesperadas y agradecidas por los olivares.
Lo que restó de guerra y algunos años más los pasó en la cárcel. Cuando alcanzó la libertad ya no era aquel mozo obeso y lento. Era un hombre delgado, ojeroso y algo adusto que acabaría montando, con la ayuda de aquellos a los que liberó, una tienda de ultramarinos para subsistir entre tanta escasez.
Con la democracia fumaba un puro diario y tomaba el fresco en la puerta de su negocio, sentado en una silla de enea. Es la exacta imagen que guardo de él. Siempre pulcro, atento a los transeúntes, dispuesto a lanzar un saludo o a intercambiar unas palabras. No le gustaba nada hablar de la guerra, lo más que decía era que no iba a permitir que asesinaran a sus vecinos porque pensaran distinto o porque esa línea divisoria dijera que eran del otro bando. "Las guerras se olvidan con los años pero los muertos, esos, ya nunca regresan".
Yo soy un descendiente de aquellos que El Gordo dejó escapar aquella noche de otoño. Sin su gesto heroico no estaría aquí.
Creo que vivió tanto porque siempre tuvo muy tranquila su conciencia.
Esta entrada fue en realidad un comentario que dejé en Babosadas y otras hierbas y que gustó bastante. Así que va dedicado a todos los visitantes de este blog, a su autora y en especial al Pirata Cojo.
ResponderEliminarAbrazos a todos.
Me parece que El Gordo fue una persona excepcional. Si hubiera habido muchos como él, seguramente no estaríamos lamentando tanto a aquellos muertos que ya nunca más han regresado. Besos, querido ammigo.
ResponderEliminarAmigo Goathemala... una historia muy interesante y alentadora. El protagonista es un ejemplo a seguir en este mundo actual donde existe tanta traiciòn y decepciòn... ;) ¡Saludos!
ResponderEliminarQue gordo mas buena Onda...
ResponderEliminarLa imagen que das de la silla y el gordo me trae al coco el buda de mis suegros.
Qué bonita historia, me parece muy bien que la hayas plasmado aquí, un buen tributo por una persona tan valiente y que cree en la paz entre los hombres.
ResponderEliminarYo desciendo de españoles y supuestamente de indigenas de aqui...esos que los ibericos exterminaron...la leyenda dice q mi ascensores cudaron un niño indigena y le dieron nuestro apellido...si es verdad ese gesto hace q hoy yo exista tmb...saludos, amigoarbol!
ResponderEliminarSi entre los que se encargaron de matar a mi abuelo hubiera habido uno como "el gordo", tal vez se hubiera salvado y me hubiera dado la oportunidad de conocerlo.
ResponderEliminarEse hombre se merece un monumento.
Un abrazo
Nerim
Gracias a todos.
ResponderEliminarIsabel, excepcional y además una persona tranquila que nunca se vanaglorió.
Fiamma, escondida ciertamente pero la heroicidad existe.
Juan, jeje el Buda de tus suegros, te entiendo perfectamente.
Ulyses, muchas gracias.
A Moonclad, allí donde hay dolor también se producen gestos bellos como ese.
Nerim, lo siento mucho. No me cabe duda de que en poco tiempo alguna calle de mi localidad llevará su nombre.
Saludos.
Las guerras sacan lo peor y lo mejor de la gente. Siempre nos han mostrado a los heroes como grandes guerreros, gladiadores, superman o batman, pero en realidad los grandes heroes son como el gordo, personas decentes que en situaciones adversas hacen el bien y ayudan al projimo.
ResponderEliminar¡Saludos!
en la mas espesa oscuridad
ResponderEliminarhay un atisbo de LUZ...
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De las pocas cosas positivas que deja un GUERRA
Es ver que hay GENTE que tiene ALMA.
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FABULOSO ESTE POST.
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SALUDOS.
A la vuelta de las vacaciones, te dejo un abrazo.
ResponderEliminarEn situaciones extremas siempre se termina por ver la calidad de las personas y sin duda El Gordo estaba bien hecho.
ResponderEliminarSaludos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Te he comentado el post en "Trazando Caminos".
ResponderEliminargracias por tus comentarios en Osselin Action. A mi me gusta mucho compartir lo poco que sé. Soy autodidacta y una gran parte de mis avances en fotografía son gracias a Internet.
Recuerda que el filtro "acuarela" es substituible por "fresco" si no tienes efecto acuarela. Suerte con los experimentos.
Gordo heroico!
ResponderEliminarLA guerra de todo tiene, todo trae, y toda saca a relucir.
Bella historia esperanzadora
Besos y abrazos
Lo que tenía gordo era en el fondo su corazón...
ResponderEliminarNunca dejo de asombrarme de la gente, de esos "despertares" y aperturas de aquellos ojos comunes que todos tenemos y que buscan lo mismo, eso, es realmente precioso.
No estás aquí por suerte, amigo Goathemala, sino por la humanidad y amor mismo, de uno que fue capaz de sentirse todos. Un abrazo.
¡Gracias al Gordo por su acto heroico! sin él tú y esta Tierra de Los Árboles nunca hubieran sido, y eso ni pensarlo.
ResponderEliminarBrindo por los Gordos que hay en todos los rincones de la tierra, mi cafecito mañanero nunca sabe tan bueno como cuando lo amenizo con preciosas historias como ésta, gracias Goathemala.
Abrazos
Precioso como siempre, Goathemala. Me encanta venir y pasear entre tus árboles. Siempre salgo contenta, jaja. Jolín, ya me he leído tres veces el relato y cada vez me gusta más.
ResponderEliminarSe me han puesto los pelos de punta. Estas historias son las que realmente engrandecen a la Historia.
ResponderEliminar¡Qué maravilla de historia...!
ResponderEliminarAy vos!!! Que especial de tu parte. Cuando empecé a leer, supe que me era familiar. Gracias por la dedicatoria. Desde la otra vez que lo leí me encantó.
ResponderEliminarEs en las situaciones extremas y en medio del caos, allá donde parece que todo gesto de humanidad se ha borrado de la faz de la tierra, donde brilla una pequeña luz de esperanza alimentada en gestos como el que relata esta historia.
ResponderEliminarSalud, amigo
Estremecedor relato, como para darle un formato audiovisual. Ojalá esas cicatrices que quedan en la historia sirvan para no volver a los mismos errores y que los héroes sean recordados más que los traidores.
ResponderEliminarGracias
Giuseppe Tanino
y, escuchaste el disco?
Es una historia maravillosa y me alegro que nos la hayas contado. Ando en posesiòn de un par de ojos!!!
ResponderEliminarCon decirte que ahora ya no voy a necesitar anteojos para ver de lejos...
me sonaba de algo la historia de El Gordo...tierna,dulce,entre tanta barbarie que se vivió...siempre es bueno tener presente de donde se viene y sobre todo obrar de acuerdo con una conciencia informada...
ResponderEliminarun fuerte abrazo,compañero...me voy incorporando poco a poco...ya ve de madrugada
Y esto lo ha escrito según tú, una persona racional y calculadora como tú mismo te defines??? No querido, esto lo ha escrito alguien con sentimiento, alguien que no pasa por alto un gesto tan altruista como el que describes.
ResponderEliminarLlegado a este punto debo decirte que eres un sentimental.
Hola, gracias por los comentarios.
ResponderEliminarJcab, efectivamente, en las situaciones extremas sacamos lo mejor y lo peor. Son la prueba definitiva a lo que llevamos dentro.
A perfect, cierto el alma despunta en estas situaciones. Existen excelentes películas al respecto.
Hola Susy, bienvenida, espero que retomes el blog en breve.
Osselin, gracias por lo del Photoshop que estoy probando y provocando. Ya te respondí en Trazando.
Scd, era una persona extremadamente tranquila, sorprende que tuviera el arrojo de hacer aquello.
Cromática, para nosotros, afortunadamente comienza a ser inconcebible lo que significa una guerra.
Sofía, aquí todos estamos por accidente, la vida biológica es un cúmulo de casualidades. Lo sorprendente y bello es que se producen...
Luz, también brindo por gente como esa. Además toda su descendencia son gente comprometida y majísima. No sé si será por genes o por imitación del gordo patriarca.
Pau, gracias, es real. Podía haberlo extendido más con detalles pero estoy escaso de tiempo.
Angelusa, muchas gracias. Como sabes, de esas historias hay muchísimas: personas que alimentaban a los que se emparedaron décadas de Franco, maquis que arriesgaron todo etc...
Gonzalo, gracias. Seguro que usted conoce similares por ejemplo de su época africana.
Chc ¿recuerdas? Era un comentario muy breve que aquí se extendió más. Si te soy sincero me gustaba más como era antes, con toda su parquedad.
Charles, como siempre, imposible expresarlo de forma más bella.
Tanino, mira que películas sobre la Guerra Civil ya hay unas cuantas. Jeje, mira lo mismo lo hago guión.
Ana, me alegra que le guste pero me entusiasma sobremanera que pueda ver mejor.
Max, ya se hacía larga tu ausencia, pero entiendo lo ocupado que estas ahora. Ya tendremos tiempo amigo.
Manly, ¿Por lo del blog de Nerim ? ¿Sentimental? ¡Vaya! Podría ser, hay estancias por aquí dentro que todavía no conozco bien.
Saludos.
Transcribo el comentario que puse en esa ocasión en el blog de la Chachi, gracias Goathe, el viernes pasado fui a jugar y estamos mejorando para el encuentro entre los campeones mundiales de España y los aguerridos chapines de acero.
ResponderEliminar"El tío Lipe tenía un su terreno a la orilla de la carretera, cerca de Teculután, cuando íbamos a ver al abuelito a Chiquimula, pasábamos a verlo, recuerdo que sembraba maíz y vivía en una casita, que era fresca porque estaba a la sombra de unos frondosos árboles, por el calor, él y Amelia, su pareja se levantaban a las 3:30 y se acostaban a las 16:30 todos los días.
Recuerdo gratamente un hilito de agua que pasaba por el terreno donde mis hermanas se mojaban los pies, a mi no me dejaban por enfermizo y porque a las conchas de mis hermanas no les gustaba cuidarme.
La felicidad con la que nos recibían, me hace pensar que podemos vivir con tan poco.
Clásico era el ¿Qué te dije Lipe?, cuando Amelia lo regañaba.
Bonitas historias, nuevamente felicitaciones Chachi, Goathemala, ¿Cómo en tan pocas líneas pudiste escribir algo tan bello?, gracias por compartirlo."
Hermoso relato de un ejemplo a seguir. Entre tanto odio entre hermanos, parentes y vecin, que generó la guerra civil española, (y cualquier guerra civil)es bueno leer de estas historias de verdadero amor.
ResponderEliminarGracias.
Una gran historia. Muy merecidos esos 104 años.
ResponderEliminarEstoy llorando. El Gordo y tu me roban mi corazón. Viva el Gordo! Besos, muchos besos.
ResponderEliminarAla que bonito!! ala!! que emotivo!! que bueno que personas como tu no lo olviden y lleguen un día aqui y lo plasmen.
ResponderEliminarMis pensamientos de esta tarde para el gordo y todos los demás gordos que han existido.