LA HISTORIA DE AMOR DE YUSAKU Y TERESA
Para Blanca y Andrés por su fuego.
Decían que su amor era tan intenso que el tiempo se detenía a acunarlos y que cada minuto, suspendido, les rendía homenaje.
Llevaban cinco años saliendo. Miguel era un decidido y joven empresario informático, Teresa, soñadora e inquieta, terminaba Ingeniería Técnica en Topografía. Tenían todo planeado, la boda, los hijos que tendrían, sus nombres, pero antes, por indicación de su novio, ella ampliaría en Japón sus estudios en la especialidad de cálculo de distancias con trigonometría.
La distancia avivó, aún más, su amor. Por lo demás, Teresa se adaptó rápido a la vida en Osaka, a los horarios intensos, la comida frugal y a sus compañeros de todo el mundo. Incluso un chico japonés de clase, Yusaku, la pretendía escribiéndole a diario una poesía haiku en español. Le gustaba su rostro que parecía un bosquejo apenas definido como si le correspondiera a ella completarlo con los rasgos que habilitase su fantasía; también, agradecía sus versos mínimos con los géneros cambiados y términos ininteligibles pero nada tenía que hacer, su amor por Miguel era infranqueable.
Así se lo expresó una mañana grisácea, no había futuro para ellos. Teresa atisbó una expresión de honda tristeza en Yusaku, nunca fue consciente de la inagotable paciencia de los habitantes del país del bonsái.
Por navidades tuvo una semana sin clase y decidió regresar inesperadamente a Madrid. Con una botella de sake para la celebración, una espada samurai como obsequio y un desajuste horario adormecedor, se presentó ante la casa de Miguel encontrándola cerrada. Intuyó su presencia cerca y se ocultó en un seto para acrecentar la sorpresa. Regresaba muy elegante entrelazado a una chica con traje de noche. Ante la puerta cuchichearon confidencias, se besaron y, al entrar en casa, apagaron la luz.
Nunca supo cuanto tiempo permaneció oculta ni tampoco como regresó a Japón y sobrevivió perdida por las costas sin alimentarse pero sí deseo con todas sus fuerzas que las gaviotas le arrancaran lo ojos, que el mar abriera sus carnes y que sus últimos despojos erraran náufragos hasta encallar y deshacerse en arrecifes coralinos.
Se hubiera abandonado a la voracidad de su desconsuelo de no ser porque cada amanecer junto al periódico recibía un haiku que debía recomponer. “No es otoña, tampoco flor de almendra, qué significará triszeta”.
Se ocultó para ver a Yusaku dejar el periódico. Su imaginación le dibujó un bigotito de galán de los veinte en el esbozo indefinido de su cara. Comenzó a prenderle cicatrices que atestiguaban un pasado turbulento, a poblarle las cejas o ensancharle la nariz hasta que, en una sonrisa trivial, su rostro tamizado y desnudo, le tocó el corazón. De esta manera trazando y borrando su aniñada faz se dio por perdida o por recuperada.
Rastrearon sus cuerpos buscando milímetros no hollados por besos anteriores, rozaron sus pieles hasta crear un sudor que les definiera. Todo les parecía nuevo y sencillo como si su naciente amor hubiera bruñido mercancías, paisajes y personas.
Juntos, terminaron aquella maestría calculando bien las distancias con fórmulas trigonométricas pero son mejores en el cálculo de proximidades mediante fórmulas epidérmicas de caricias y dulces susurros.
Dicen que cuando están unidos el tiempo se les esfuma y los minutos ni existen.
Foto 1: Castillo de Osaka http://www.trapagon.com
Foto 2: propia. Hojas de acer japonicum.
A nadie le amarga un dulce ¿verdad? No todo iba a ser violencia.
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Voy a entrar en otro periodo muy intenso de trabajo y es posible que tarde en publicar. El poco tiempo de que disponga lo aprovecharé para visitarles.
Gracias y saludos.
Me encantó lo de las fórmulas epidérmicas de caricias, esas sí me las sé...
ResponderEliminarNo trabaje tanto compañero,no nos vaya a abandonar mucho tiempo.
me encantan los haikus y la historia... no trabaje mucho...
ResponderEliminarQue descripcion!!!!
ResponderEliminarEs bellisimo, cuanto lirismo sale en cada parrafo! Este es de los que sorprende por tanta belleza que se recrea.
Y vaya que sorprendes, ya me lo veia venir, nos das cosas de las mejores para que te extrañemos, toda una estrategia.
Bueno ojala salgas rapido de tanto trabajo y nos sigas deleitando con estos divertimentos.
un abrazo.
Que bella historia de un amor paciente y bien ganado. Me encanto lo que hizo la imaginacion de Teresa con el rostro de Yusaku. El rostro amado tiene mas de lo que vemos en el que lo que realmente es. Un texto de altura y luminoso como un faro. Un abrazo.
ResponderEliminarSi, verdaderamente es una historia de amor preciosa, a mi me encantó la descripción de:
ResponderEliminarRastrearon sus cuerpos buscando milímetros no hollados por besos anteriores.
El primer amor parece haberlo invadido todo, pero no, siempre hay terrenos inexplorados en nuestro cuerpo, esperando que los descubra alguien que se merezca encontrarlos.
No trabajes mucho.
Un abrazo
Nerim
Amigo mio te tengo que felicitar por el cuento, pero expecialmente por dos parafos soberbios, que tiene vida propia sobre el resto uno con gaviotas y arrecifes y el otro con bruñidos y arrecifes.
ResponderEliminarComo te digo me encantarón .., se puede espresar el des-amor de muchas mañeras, pero esta ver lo plasma trasmitiendo, enseñando el corazón..
Gracias y sigue así.
Me muero, me ha conmovido Todo, Todo: ' Incluso un chico japonés de clase, Yusaku, la pretendía escribiéndole a diario una poesía haiku en español" Me muero, me enamoro yo también de Yusaku, perdidamente, y sufro con el desamor que tuvo Teresa, pero renazco como ella y soy feliz al verles juntos, Dios Mío, qué hermoso!!!!
ResponderEliminarEl amor es ciego y de distinta intensidad, mientras para uno es eterno para el otro puede ser pasajero.
ResponderEliminarIncreible y bella historia.
Saludos!!!
Amigo Goathemala... ya ves que mis relatos se quedan pequeñitos junto a las maravillosas historias con que nos deleitas... ;)
ResponderEliminarSaludos!!!! Y no nos abandones por mucho tiempo.... ;)
El amor aparece en el sitio y el momento que menos se espera... y a veces lo tenemos delante de nuestras narices pero somos tan necios que no lo vemos...
ResponderEliminar¡Hasta pronto!
Qué historia dulce. Si me los iba imaginando... así, tan blancos....
ResponderEliminarMuy hermoso!
Tengo un bonsai "araucaria" en mi balcón. No te habá contado.
Son característicos del sur de Argentina. Los conoces?
Un abrazo contracturado! :)
Ojala algun dia tu escribas de esta manera mi historia de amor...saludos, amigo arbol.
ResponderEliminarCuando alguien anda en mal de amores, es necesario leer esta historia.
ResponderEliminarUna belleza.
Una esperanza.
Gracias.
Abrazos cálidos.
Muchas gracias, goathemala!! Necesitaba leer algo así :)
ResponderEliminarSi el trabajo te retiene, aprovecharé para ir leyendo los post anteriores. Un placer!!
Como la vida misma, si señor: esa es la sensación que me llevo a menudo leyéndote. Es dificil acertar a separar la realidad de la ficción.
ResponderEliminarEsperaremos a momentos más tranquilos en tu trabajo para seguir disfrutando de tus escritos.
Salud
Querido amigo, me hallo actualmente en un estado delicado en cuanto al amor, por lo cual me ha impactado enormemente ese shock que debió sentir Teresa al verse engañada por Miguel. Me he fijado más en ese detalle que en el final feliz, lo siento, pero no llevo estos días la moral muy alta.
ResponderEliminarUn abrazo.
tu historia es bella, refleja tu alma gigante como los árboles. un abrazo...de árbol
ResponderEliminarUna historia preciosa. Aquí se pone en evidencia que nunca hay que tratar de dar sorpresas, porque puede ocurrir que te sorprendan... Besos, querido amigo y que vaya bien todo ese trabajo que llevas entre manos.
ResponderEliminarQue bonito cuento, pero no nos dejó la moraleja, para mi es que no nos debemos dar por vencidos
ResponderEliminarSaludos desde Guatemala.
Hola, gracias por los comentarios.
ResponderEliminarVa dedicada a una pareja que vive una bella historia de amor que les hizo cruzar continentes un par de veces para estar juntos. Cuando comencé a escribirla quise que el final fuera feliz precisamente porque es mi apuesta por los riesgos que asumen. Decididamente, el amor es para valientes como ellos. Me hubiera gustado que fuera más extensa para desarrollar mejor las situaciones y los personajes pero resultaría contradictorio con el tiempo que dispongo y con la política de brevedad aconsejada para los blogs.
Pirata, no me extraña que seas un experto, pillín.
Victoria, a mi me gustan los haikus por su elegancia y sencillez. Me gustaría hacer alguno pero la poesía, aunque me gusta, me da mucho respeto. Estoy en el retorno de todo el excedente, espero estar más tranquilo la semana próxima, gracias.
Cromatica, gracias amiga. Tuve que sacar las tijeras y abreviar como pude pero me satisface mucho que te guste. Efectivamente hay algún párrafo lírico, como sabes tengo una perpetua relación amor odio con la poesía.
Azul, sí y más el rostro de los nipones que son tan tersos. Me recordó un boceto de un cuadro y usé la metáfora.
Nerim, quería dar limpieza a ese encuentro. Hacerlo parecer nuevo y puro como son todos los amores sinceros por mucho pasado que exista. Me agrada que te gustase ese párrafo.
Eowin, precisamente mencionas los dos párrafos que me resultaron más sencillos de escribir. Lo que son las cosas. El de los arrecifes coralinos me encanta, me extraña mucho que haya salido de mí.
Waiting, gracias por toda tu expresividad. Comentarios como esos ayudan a tener ganas de regresar pronto.
SCD, decía Protágoras que el hombre es la medida de todas las cosas. ¿No será más bien el amor, la medida de todo? ¿Su ausencia, su plenitud?
Fiamma, gracias. El tuyo era conmovedor, me gustó mucho.
Qalamana, ya te digo y la cantidad de literatura, canciones y películas que se hacen sobre el surgimiento del amor donde menos se espera.
Ferípula, ¿un bonsai de araucaria? Debe de ser una preciosidad. Aquí las araucarias se dan por zonas costeras porque el frío del interior les afecta.
Moon, gracias. Ojalá la vivas y me la cuentes para que le de forma pero, ante todo, que la disfrutes.
Clarice, todos en algún momento hemos pasado el mal de amores. Es necesario para moldearnos como personas y apreciar mejor a otros seres humanos. Gracias a ti.
Lludria, el gusto es mío, bienvenida y adentraté sin miedo en la espesura de esta tierra de árboles.
Charles, en este caso es un poco como la vida misma por la dedicatoria que lleva pero en realidad hay mucha ficción en el texto.
Ulyses, vaya, lo siento, espero que todo cambie y pronto, me cuentas por favor. El mal de amores es una tortura psicológica.
Ontokita, gracias, otro abrazo arborícora. Como dije antes esta historia debía ser bella porque es lo que les deseo a los que va dedicada.
Isabel Romana, jeje algunas sorpresas dejan a uno frente al abismo como a Teresa. Por Dios, espero que nunca te sucediera. Gracias.
Mónica Lima Quinto, bienvenida. Sí, lo que dices y también puede servir de moraleja que hay que apreciar el esfuerzo de las personas que te acompañan cuando estás en horas bajas.
Lo dicho, me considero afortunado por sus visitas y gentileza.
Saludos a todos.
me reafirmo en saber por que vengo tanto a este espacio...aun estoy sensibilizada con las letras que entretejieron esta historia y se han quedado tras mis pupilas.
ResponderEliminarEl veneno de la infidelidad ha sido una vacuna contra la tristeza.
ResponderEliminarDoy fe de que ese tipo de cosas pasan....es precioso...de un preciosismo minimalista,típico japonés...amigo se supera a cada paso que da...es un placer poder disfrutar de ello
ResponderEliminarsaludos
Amigo hoy me has echo suspirar, he podido ver en un cuadro mental toda la historia, preciosa simplemente.
ResponderEliminarsaludos
Linda hstoria de amor. Me dejaron pensando las palabas que dejaste en mi blog y espero estar tocada pòr ese espiritu quijotesco.
ResponderEliminarsaludos
erika
Querido amigo, sólamente he de decirte que lo que acabo de leer, es una obra maestra.
ResponderEliminarRomántica historia de desamores y amores, pero me impactó el estilo de la prosa.
Saludos!
Pues sí, se agradece una historia que acabe bien y más si es de amor.
ResponderEliminarQue belleza...
ResponderEliminarEl amor es lo mejor de este y cualquier mundo.
Como no prendarse de tus historias.
COn tan poco tiempo y tata magia.
Un beso enorme a un ser tan sensible.
Es preciso y frágil...como una flor de loto sobre el estanque
ResponderEliminarGab
El amor constante, sincero y tierno es el único capaz de cerrar las heridas de la más vieja de las traiciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me encantan las historias de amor, pero cada vez creo menos en el, en que sea posible, simple, llano y desinteresado. Por lo visto hasta los acer me son infieles, pues los dos bonsai que tuve de ellos se esfumaron, se dejaron morir y ni siquiera dandoles plena libertad de ser arboles hechos y derechos quisieron darles una chance a la vida. Tengo varios, fieles y leales como un amante pero no son acer....
ResponderEliminarTe extraño.
ResponderEliminarMi cariño desde Buenos Aires.
MentesSueltas
Ya me contarás qué tal tus pinitos en la cocina con las berenjenas: espero que te guste!
ResponderEliminarNo sólo la historia es preciosa, sino que está muy bien escrita! Hay párrafos que parecen tener tanto contenido con tan poco, y otros estar justos y precisos.
ResponderEliminarBueno, tocando el tema de la paciencia y la perseverancia, al parecer, una gota de agua sí puede horadar la piedra en profundidad, no? Aunque la parte de la infidelidad siempre me pone los pelos de punta, debo reconocer que de repente las cosas son por algo, sobre todo si hasta el tiempo se detiene a mirar a los que de manera nueva se quieren.
Muchos saludos Goathemala! Y mucha suerte esta semana. Ya te veremos de vuelta por estos lados (eso sí, no se te ocurra demorarte mucho!)
Queridísimo amigo: Vengo saliendo de un duro período de trabajo que ha durado más de un mes. Pero tuve el gran gusto de leer tus posts de este tiempo en el que he tenido que renunciar a mis amigos.
ResponderEliminarNos veremos cuando regreses, y te dejo dos besos, uno para tí y otro para mi compatriota.
Como no podía ser de otra manera, esta historia me ha encantado, que se iba a esperar de mi?...
ResponderEliminarMe has tentado el corazón hoy.
Dos abrazos
Que el trabajo te sea leve.
Tu texto es para ponerle mucha atención. No cabe duda que la vida nunca deja de sorprender... y las personas tampoco.
ResponderEliminarQue lindo espacio! me encanta tu ambiente :D
¡Precioso! Ese amor existe... hay en este mundo seres que pueden dar ese infranqueable amor, entregarse de tal manera cuando aman que el sol, la luna y las estrellas quieren ser parte de él...
ResponderEliminarGoathemala, no puedo borrar la sonrisa de deleite que me produjo tu relato, gracias. Un abrazo y espero que disfrutes mucho de tu trabajo.
esas fórmulas de proximidades han salvado a más de un alma presa del desasosiego.
ResponderEliminarbella historia.
saludos
La distancia puede debilitar las relaciones, puede ocultar el amor en la ausencia. Hay que estar muy seguro para seguir adelante. Lo digo por experiencia.
ResponderEliminarEn todo caso, siempre existen formas de salir de las derrotas, algunas más costosas que otras.
Un abrazo
Giuseppe
Excelente publicación Goathemala, esperamos veret pronto de regreso. estuve ausente unos días, ya que el día del padre fué especial y un poco duro pasarlo bien.
ResponderEliminarMira tío, que toda la gente que te ha felicitado espera por otro bueno.
Te puedo decir que para saber lo que es verdadero amor, se debe vivir un tiempo sin él, para saberlo cuidar, apreciar y dar.
como siempre he dicho, cada vez que paso por esta tierra, descubro el aroma a flores frescas.
ResponderEliminarsaludos compañero, ecxelente historia! =)
Gracias, respondo globalmente, les agradezco los comentarios. Me quedan todavía unas semanas duras pero, en la medida de lo posible, me pasaré por sus espacios e iré publicando.
ResponderEliminarSaludos.
De nuevo encontré un enlace hasta aquí (debería ser mas ordenado, lo sé) y de nuevo disfruto con el paisaje de tu pasión por el arte y me dejo mecer por los colores del aire que tan estupendamente glosas en este post hermosamente antológico.
ResponderEliminarun beso.
Siempre me han gustado las historias que algo tienen que ver con el "país del bonsai". He leído tres veces el cuento. Eres insuperable!
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